Un hombre murió asfixiado tras ser introducido en el baúl de una patrulla policial en Brasil, en un caso que conmocionó al país sudamericano y que se viralizó gracias a un testigo que filmó la escena. Los hechos ocurrieron el miércoles, en una carretera cercana a Umbauba, una pequeña localidad de 25 mil habitantes en el estado de Sergipe, en el noreste del país.
En un comunicado, la Policía Federal de Carreteras (PRF) aseguró que los agentes “emplearon técnicas de inmovilización e instrumentos de bajo potencial ofensivo” ante la “agresividad” del hombre, identificado como Genivaldo de Jesús Santos, de 38 años, durante un control de carretera. No obstante, más tarde la PRF informó que los agentes involucrados “fueron apartados” de su actividad, y dijo estar “comprometida con la investigación inequívoca de las circunstancias” en las que ocurrieron los hechos.
Las imágenes muestran a dos oficiales de la PRF, con casco, intentando encerrar en el baúl del vehículo policial al hombre, cuyas piernas sobresalen. Del maletero sale un espeso humo blanco, que parece salido de una bomba lacrimógena. Se pueden oír gritos y los comentarios de un testigo exclamando: “¡Lo van a matar!”. El hombre mueve las piernas durante aproximadamente un minuto y luego se queda inmóvil. Luego, los oficiales doblan sus piernas y cierran el baúl.
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Según la PRF, el hombre fue trasladado luego a la comisaría de Umbauba, pero “se sintió mal” durante el trayecto y fue llevado al hospital, donde “fue atendido y se constató la muerte”. Esa nota de prensa no especifica si el hombre llegó muerto al hospital, pero la secretaría de seguridad de Sergipe reveló que el resultado de la autopsia confirmó la muerte por “asfixia”.
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“Actuaron con crueldad para matarlo”
El sobrino de Genivaldo de Jesús Santos dijo al sitio de noticias G1 que avisó a los oficiales de que su tío sufría “problemas mentales” y que estaba en una motocicleta en el momento del control. “Estaba cerca y lo vi todo (…) Tiraron una especie de gas en el maletero, se dirigieron a la comisaría, pero mi tío ya estaba inconsciente (al llegar). Los policías lo llevaron al hospital, pero ya era demasiado tarde”, reveló. “No es una fatalidad, eso es un crimen. Actuaron con crueldad para matarlo”, dijo por su parte la esposa de la víctima, también a G1.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch expresó su “consternación” en un comunicado, y pidió al Ministerio Público de Brasil investigar no sólo las circunstancias de la muerte de Santos, sino también evaluar el entrenamiento y los protocolos de la PRF con personas “con deficiencias psicosociales”.
*Con información de AFP