Al menos 37 migrantes indocumentados han muerto en lo que va del año, al intentar cruzar el Río Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos, informó este miércoles un oficial de la Patrulla Fronteriza.
“El peligro del río Bravo es que sus aguas llevan una fuerza sin precedentes. Estamos hablando de una corriente de 9 millas por hora, unas 300 libras presión y unos 9 a 10 pies de profundidad”, advirtió uno de los alguaciles.
La cifra de migrantes que han fallecido ahogados se debe además de la fuerza de la corriente, de las bajas temperaturas.
Hasta el mes pasado se reportó que entre los 37 migrantes, 22 de ellos no portaban identificación. El resto del grupo eran en su mayoría mexicanos, de Nicaragua, Honduras, Guatemala, Cuba.
“Es un peligro grande para cualquier persona caer en esas aguas”, dice el oficial desde Laredo, Texas. Desde ese punto, un enviado especial de Emisoras Unidas, documenta el movimiento de migrantes.
Migrantes huyen de la pobreza
Cada año, decenas de miles de migrantes de Centroamérica y otros países de América Latina buscan llegar a Estados Unidos huyendo de la violencia y la pobreza en sus países.
Muchos de los migrantes son expulsados bajo el Título 42, una norma sanitaria que el presidente Biden intentó rescindir pero un juez se lo impidió. Esto bloquea el acceso a asilo en la frontera y permite expulsiones inmediatas a México.
Además de las políticas anti migratorias, en su camino por México muchos son víctimas de los carteles del narcotráfico, la delincuencia o la extorsión de las autoridades migratorias, y otros mueren en accidentes durante sus traslados.
Uno de los peores hechos ocurrió en diciembre pasado, cuando un camión que trasladaba a 160 migrantes chocó contra un puente en Chiapas, lo que dejó un saldo de 56 fallecidos.
Desde entonces, México ha reforzado sus controles en la frontera sur y en 2021 fueron detenidos 307.679 migrantes.