Una nueva era en la astronomía. La NASA reveló el martes más fotos captadas con el telescopio espacial James Webb, el más potente que se ha puesto en órbita, las cuales, cada una “es un nuevo descubrimiento que (…) dará a la humanidad una visión del universo que nunca antes hemos visto”, según Bill Nelson, administrador de la NASA.
Una de las primeras imágenes mostró el vapor de agua en la atmósfera de un lejano planeta gaseoso. La espectroscopia (un análisis de la luz que revela información detallada) sirvió para estudiar el planeta WASP-96 b, descubierto en 2014. A casi 1 mil 150 años luz de la Tierra, WASP-96 b tiene aproximadamente la mitad de la masa de Júpiter y gira alrededor de su estrella en solo 3.4 días.
“Hemos visto el efecto de lo que ocurre cuando un planeta y su atmósfera pasan por delante de la estrella, y la luz de la estrella se filtra a través de la atmósfera, y se puede descomponer en longitudes de onda de luz”, dijo Knicole Colon, de la NASA. “Se ven protuberancias y agitaciones que indican la presencia de vapor de agua en la atmósfera del planeta”, añadió.
La nebulosa Carina es otros de los objetivos que se están observando. Esta nebulosa se conoce por sus imponentes pilares, entre los que se encuentra la “Montaña Mística”, un pináculo cósmico de tres años luz de altura capturado en una imagen icónica por el Hubble, el telescopio anterior al Webb.
También se mostraron imágenes de la nebulosa planetaria del Anillo del Sur. Las fotos captadas por el telescopio revelaron una estrella moribunda cubierta por polvo y capas de luz. Además, Webb miró a través del espeso polvo espacial del Quinteto de Stephan, un cúmulo de galaxias con enormes ondas de choque y regiones de brotes estelares.
Imagen del Universo
El lunes, el telescopio reveló la imagen del Universo primitivo más clara hasta la fecha, que se remonta a 13 mil millones de años. Conocido como el Primer Campo Profundo del Webb, muestra el cúmulo de galaxias SMACS 0723. Este actúa como una lente gravitacional, desviando la luz de las galaxias más lejanas que se encuentran detrás de él hacia el observatorio, en un efecto de aumento cósmico.
El telescopio espacial Webb fue lanzado en diciembre de 2021 desde la Guayana Francesa en un cohete Ariane 5. Tras un viaje de 1.6 millones de kilómetros de la Tierra, se encuentra orbitando el Sol en una región del espacio llamada segundo punto de Lagrange. Permanece en una posición fija en relación con la Tierra y el Sol, con una necesidad mínima de combustible para las correcciones de rumbo.
Se trata de una maravilla de la ingeniería. El espejo primario del telescopio tiene más de 6.5 metros de ancho y está formado por 18 segmentos de espejo recubiertos de oro, al igual que una cámara sostenida en la mano, la estructura debe permanecer lo más estable posible para lograr las mejores tomas. El coste total del proyecto se estima en 10 mil millones de dólares, lo que los convierte en una de las plataformas científicas más caras jamás construidas, comparable al Gran Colisionador de Hadrones del CERN, y se espera que resuelva algunas de las preguntas fundamentales sobre el cosmos con la ayuda de sus predecesores: el Hubble y el Spitzer.
*Con información de AFP