El obispo nicaragüense, Rolando Álvarez, crítico del gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, fue sacado “con violencia” de su residencia en la curia de Matagalpa, en el norte del país, y actualmente se desconoce su paradero, denunció el Centro nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). “Lo sacaron con violencia y no se sabe para donde se lo llevaron”, dijo Vilma Nuñez, presidenta del Cenidh, citada por la AFP.
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“Condenamos enérgicamente el asalto a la curia episcopal de Matagalpa y el secuestro criminal de Monseñor Rolando Álvarez y demás sacerdotes y laicos que le acompañaban. ¿Dónde se los llevaron? EXIGIMOS LES RESPETEN LA INTEGRIDAD PERSONAL Y LA VIDA”, escribió el Cenidh en sus redes sociales.
El obispo Álvarez estaba retenido en la curia, junto a una decena de personas, desde el pasado 4 de agosto. La policía sitió la curia días después de que Álvarez denunciara el cierre, por parte de las autoridades, de cinco emisoras católicas y reclamara al gobierno de Ortega respeto a la “libertad” religiosa. Las autoridades nicaragüenses anunciaron que la Diócesis de Matagalpa es investigada por intentar “organizar grupos violentos” e incitar al “odio” para “desestabilizar al Estado de Nicaragua”.
Según un video difundido en redes sociales, al momento del allanamiento, en medio de la noche, hubo un repique de campanas que habría alertado a los feligreses de lo que acontecía. “Nosotros estamos en las manos de Dios”, había dicho el prelado el jueves.
Denuncian detención
También el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) denunció los hechos: “La Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa y se ha llevado al obispo Rolando Álvarez. Aún no se conoce su paradero. Alertamos a la comunidad internacional y nos sumamos a la cadena de oración”, escribió.
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“Qué indignante. Se han llevado a Monseñor Rolando Álvarez, con los sacerdotes que estaban con él. ¡Basta ya de tanto silencio! Hablen quienes tienen que hablar y dar la cara, a eso se le llama pecado de omisión”, dijo por su parte el sacerdote Edwing Román, exiliado en Miami, también en sus redes sociales.
“Sucedió lo que era evidente que iba a suceder. Es la detención arbitraria y abusiva del monseñor Álvarez”, comentó por su lado el defensor de derechos humanos, Pablo Cuevas, también desde Miami.
*Con información de AFP