Este lunes continúo el juicio contra el expresidente Otto Pérez Molina y la ex vicemandataria Roxana Baldetti, ambos acusados por el caso La Línea. El exmandatario declaró ante el Tribunal de Mayor Riesgo “B”, renegando la imputación hecha por la fiscalía en su contra.
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Pérez Molina, quien renunció al cargo en medio de los señalamientos por este caso, refutó parte de las pruebas que se presentaron en su contra.
Rechaza cargos por caso La Línea
Según el exmandatario, sí tenía contacto con la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) como parte de sus atribuciones al cargo. “No me podía yo asociar con la autoridades de la SAT cuando fueron electos por un órgano independiente”, afirmó Pérez Molina.
Igualmente declaró que la Presidencia mantenía contacto con la Vicepresidencia para coordinaciones con el gabinete de ministros. “Pero no es una asociación ilícita para cometer un delito”, aseguró.
“Yo no tuve edificio patrimonial que haya escuchado aquí, que lo hayan presentado alguna prueba. No hay cheques, no hay cuentas, no hay propiedades”, declaró Pérez Molina en la continuación del juicio.
“Aquí tienen una interceptación ilegal”, dijo con relación a las pruebas que exponen sus conversaciones con otros de los implicados.
El exmandatario sostuvo una vez más que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) lo señaló en el caso La Línea, con la intención de que la organización pudiera permanecer más tiempo en el país.
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Seguidamente al exmandatario, Baldetti también declaró ante el Tribunal.
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Atrasos en proceso judicial
La Línea, es uno de los mayores escándalos de corrupción que sacudió al país en abril de 2015.
El juicio contra Pérez Molina y Baldetti se atrasó dos años entre recursos, apelaciones y acciones judiciales que impedían el avance del proceso contra el exbinomio y otros 60 implicados.