Una mujer lideraba una red de contrabando de migrantes que fue desmantelada esta semana por las autoridades en Alabama, Louisiana, Mississippi y Texas, Estados Unidos (EE.UU.).
Ocho personas estaban bajo el mando de Erminia Serrano Piedra, conocida como “Boss Lady” (La jefa), según reveló el Departamento de Justicia de Estados Unidos en conjunto con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) el martes. Las acusaciones resultado de la operación de Joint Task Force Alpha (JTFA), se hicieron públicas en la Corte del Distrito Sur de Texas (SDTX).
Los detenidos enfrentan cargos de transportar a una persona no ciudadana para beneficio monetario mientras ponen en riesgo la vida humana.
En cajas y maletas
La agencia reveló que las víctimas, procedentes de Colombia, Guatemala y México, fueron trasladados a las casas de escondite de los contrabandistas. Algunos de los migrantes fueron movilizados en cajas y maletas hacinados en la parte trasera de remolques de tractores, camiones pick-up e incluso camiones cisterna de agua como parte de los viajes hacia y a través de EE.UU. Las personas que conducían estos vehículos en algunos casos recibían hasta US $2 mil 500 como paga por cada persona.
A través de la JTFA se ha incrementado la coordinación y colaboración entre el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el de Justicia y otras agencias, así como socios en El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
El fin del grupo especial es identificar a las organizaciones de contrabando con más impacto en EE.UU. y facilitar la presentación de cargos y los esfuerzos de extradición. El trabajo del grupo se ha traducido en más de 100 a nivel local e internacional de contrabandistas.
En abril pasado, la Administración Biden comprometió más de $50 millones para estos esfuerzos y aumentó el personal a 1,300 efectivos en Latinoamérica y por la frontera Sur para apoyar los trabajos de la JTFA y Operación Centinela.