El oficialismo, aprendió de sus antecesores para mantener el control del Congreso. La actual presidenta, Shirley Rivera, negoció con bloques para continuar en el poder.
PUBLICIDAD
A más de un mes de que finalice el periodo ordinario, el oficialismo pactó con bancadas y de manera sorpresiva se elegirán hoy a las autoridades del próximo año, con algunos cambios en la planilla.
De acuerdo con algunos legisladores, en la propuesta que encabezará Rivera están los bloques UNE, Humanista y Bienestar Nacional (Bien). También el Frente de Convergencia Nacional-Nación (FCN-Nación) y Visión con Valores (Viva).
Entre las posiciones que se acordaban a última hora estaba el de la Unión del Cambio Nacional (UCN), que actualmente lo ocupa Carolina Orellana.
La división confirmada es con Valor, ya que en las últimas sesiones ha votado en contra de leyes a favor del gobierno.
El partido Todos, aunque apoyará al oficialismo, busca mantener distanciamiento, pues el diputado Santiago Nájera, quien ocupa una secretaría, buscará su reelección con el bloque morado.
Acuerdos y respaldo oficialismo
La elección de la directiva se logra con 81 votos, por lo que el oficialismo habría negociado la aprobación del presupuesto general, que tendrá un aumento sobre la propuesta inicial.
PUBLICIDAD
Otros de los temas que también incluye el acuerdo entre las bancadas es la elección del contralor general y el aval a las reformas a la Ley de Contrataciones. Dicho proyecto ha sido cuestionado por analistas por la discrecionalidad con la que los alcaldes podrían utilizar los recursos en año electoral.
Diputados de oposición señalan las negociaciones del oficialismo, ya que no se toman en cuenta propuestas en beneficio de la población.
Control del Gobierno
- De lograrse la reelección de Rivera Zaldaña, el gobierno conseguiría el control del Legislativo en los cuatro años del partido Vamos. Lo cual no se ha visto en legislaturas anteriores.No obstante, diputados de oposición recordaron que las administraciones de Allan Rodríguez y Rivera como las “peores”. Por la prepotencia para negar la discusión de leyes y aprobar decretos de urgencia.
