Equipos de rescate en Turquía y Siria excavaron con sus manos entre los escombros en la fría madrugada del martes en busca de sobrevivientes de la violenta serie de terremotos que dejó al menos 4.365 muertos en ambos países.
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En Turquía, donde se registró el epicentro, al menos 2 mil 921 personas murieron y 15 mil 834 resultaron heridas, anunció el martes el organismo oficial de manejo de desastres AFAD.
En Siria el sismo causó al menos 1.444 muertos.
En áreas controladas por el gobierno el balance es de “1.431 heridos y 711 muertos en las provincias de Alepo, Latakia, Hama, Tartus”, indicó el Ministerio de Salud sirio.
En las partes controladas por los rebeldes en el noroeste de Siria, al menos 733 personas murieron y 2.100 resultaron heridas, según el grupo de rescate de los Cascos Blancos.
“La situación es muy grave, muchas personas siguen todavía bajo los escombros de edificios”, declaró el cirujano Majid Ibrahim, desde el hospital Al Rahma de la ciudad siria de Darkush.
Equipos de socorro en Turquía y Siria reportaron más de 5.600 edificios colapsados, incluyendo varios inmuebles residenciales donde la mayoría de los ocupantes dormía a la hora del sismo principal.
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El temblor se sintió a las 04H17 (01H17 GMT) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en el sureste de Turquía, a unos 60 km de la frontera siria.
Se registraron unas cincuenta réplicas, entre ellas una de magnitud 7,5 que golpeó la zona nueve horas después, a cuatro kilómetros al sureste de Ekinozu.
Siete días de luto en Turquía
El balance de las víctimas ha ido agravándose con las horas debido al alto número de edificios derrumbados en ciudades como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió a la AFP que el número de víctimas podría ser hasta hasta ocho veces superior.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró siete días de luto por las víctimas. “Nuestra bandera estará izada a media asta hasta la puesta de sol del domingo”, dijo en un tuit.
“Pensamos que era el apocalipsis”, declaró a AFP la reportera Melisa Salman, que vive en Kahramanmaras, epicentro del sismo.
“Estamos afuera desde las cuatro y media de la madrugada. Está lloviendo, pero nadie se atreve a volver a sus casas por miedo a nuevas réplicas”, agregó esta joven de 23 años.
En Diyarbakir, unos 380 km al este, Muhittin Orakci presenció las operaciones de rescate frente a un edificio en ruinas. “Siete miembros de nuestra familia están bajo los escombros”, dijo.
Y en Sanliurfa, a escasos kilómetros de Siria, Emin Kaçmaz, de 30 años, explicó que se quedará toda la noche fuera. “El edificio no es seguro”, señaló.
“Todo el edificio se desplomó”
Este sismo es el más importante en Turquía desde el terremoto del 17 de agosto de 1999, que causó 17.000 muertos, un millar de ellos en Estambul.
Según el vicepresidente turco, se cerraron al menos tres de los aeropuertos del área afectada, Hatay, Maras y Gaziantep.
La nieve y las tormentas que azotan la región impedían el tráfico en otros más, incluido el de Diyarbakir, constató la AFP.
En el pueblo sirio de Azmarin, fronterizo con Turquía, Usama Abdelhamid contó que sintió el temblor mientras estaba durmiendo.
“Con mi mujer y mis hijos, corrimos hacia la puerta de nuestro apartamento del tercer piso. Cuando la abrimos, todo el edificio se desplomó”, declaró.
La agencia siria SANA difundió imágenes que mostraban importantes destrucciones en varias ciudades, entre ellas Latakia, en la costa del Mediterráneo, donde se derrumbaron edificios enteros.
También se derrumbaron edificios en Hama, en el centro del país, y en Alepo, la segunda ciudad siria en el norte, donde quedó dañada la famosa ciudadela.
El Ministerio de Educación anunció el cierre de escuelas en todas las regiones controladas por el gobierno hasta el fin de semana.
Raed Ahmed, jefe del Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de Siria, dijo a una radio oficial que este fue “históricamente el mayor terremoto registrado”.
Ayuda internacional
El gobierno sirio pidió ayuda a la comunidad internacional, que anunció el envío de ayuda y equipos de rescate.
Fue el caso de la Unión Europea (UE) y de muchos de sus países miembros. También lo hicieron Reino Unido, Israel, India, Azerbaiyán y Ucrania, así como Grecia, rival histórico de Turquía.
El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió el lunes a Erdogan que Washington enviará “toda la ayuda necesaria” para la recuperación de Turquía.
Y el mandatario ruso, Vladimir Putin, que mantuvo conversaciones con sus homólogos de ambos países, aseguró que les enviará equipos de rescate.
Otros líderes, como el papa Francisco y el presidente chino, Xi Jinping, hicieron llegar su pésame a las víctimas.
Turquía está situada en una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
Expertos llevan tiempo advirtiendo que un sismo de gran magnitud podría devastar Estambul, que ha permitido construcciones generalizadas sin precauciones.