El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destituyó el domingo a su ministro de Defensa después de que éste rompiera filas con el gobierno al pedir una pausa en el controvertido proceso de reforma judicial.
Galant, un firme aliado de Netanyahu, declaró la noche del sábado en un discurso que “debemos detener el proceso legislativo” durante un mes debido a la polarización que causó, en un día en que 200.000 personas salieron a las calles de Tel Aviv para protestar contra la reforma.
Desde que el gobierno derechista de Netanyahu presentó en enero un proyecto de reforma legal de la magistratura, el país se encuentra fuertemente dividido y hay manifestaciones en contra del proyecto cada semana.
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El proyecto apunta a darle más control a los políticos y reducir el papel de la Corte Suprema, y ha sido cuestionado por los principales aliados de Israel, como Estados Unidos, que expresó su preocupación por los acontecimientos tras el despido de Galant.
“Estamos profundamente preocupados por los acontecimientos de hoy (domingo) en Israel, que subrayan aún más la necesidad urgente de un compromiso”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, en un comunicado.
Críticos de la iniciativa advierten que pone en peligro el carácter democrático de Israel.
Netanyahu y sus aliados ultraortodoxos y de extrema derecha la defienden al apuntar la necesidad de equilibrar las fuerzas entre los políticos electos y la Corte Suprema, a la que consideran politizada.
“La creciente división social ha alcanzado al (ejército) y las agencias de seguridad. Es una amenaza clara, inmediata y tangible a la seguridad de Israel”, expresó Galant, del partido derechista Likud, de Netanyahu.
“Estoy comprometido con los valores del Likud y con poner al Estado de Israel por encima de todo (…) pero los grandes cambios a nivel nacional deben hacerse mediante deliberaciones y diálogo”, agregó Galant en su discurso.
Protestas y renuncia
Horas después del anuncio del despido, el cónsul general de Israel en Nueva York publicó en Twitter su carta de renuncia.
“La situación política en Israel alcanzó un punto crítico y siento una profunda responsabilidad y obligación moral de defender lo que es justo”, manifestó el cónsul Asaf Zamir, quien calificó la destitución del ministro como una “decisión peligrosa” que “me convenció de que no podía seguir representando a este gobierno”.
En tanto, miles de manifestantes salieron a protestar en el centro de Tel Aviv, según la policía, y una gran multitud bloqueó la carretera principal que atraviesa la metrópoli costera Ayalon, según una periodista de la AFP.
Portando banderas azul y blanco, los manifestantes en Ayalon coreaban consignas como “¡Fuera Bibi!”, el apodo de Netanyahu.
La policía dijo que los manifestantes en Tel Aviv incendiaron llantas la noche del domingo.
Otras manifestaciones espontáneas tuvieron lugar frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén, así como en otras ciudades del país como Haifa (norte) y Beer Sheva (sur), según medios locales.
Galant llamó también a los manifestantes a deponer las movilizaciones, al advertir de amenazas a la seguridad del país.
“La seguridad de Israel siempre ha sido y seguirá siendo la misión de mi vida”, escribió Galant el domingo en su cuenta de la red Twitter en reacción a su cese.
El Parlamento Israelí tiene previsto votar esta semana un componente central de la reforma judicial, que modificaría la forma en que se designan los jueces.
“Netanyahu puede despedir a Galant pero no puede despedir a la realidad y no puede despedir al pueblo de Israel que se opone a la locura de la coalición”, tuiteó el líder opositor, Yair Lapid, un ex primer ministro.
“El primer ministro de Israel es una amenaza para la seguridad de Israel, agregó.
Galant es la primera baja por la lucha en torno a la reforma judicial, pero otras altas autoridades han manifestado su preocupación.
El presidente Isaac Herzog expresó semanas atrás su consternación por la creciente polarización en la sociedad y alertó del espectro de una “genuina guerra civil”.
La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, acusó el viernes a Netanyahu de intervención pública “ilegal”, tras un mensaje por televisión la noche previa sobre el programa de reformas.
En ese mensaje por televisión, Netanyahu prometió “impulsar responsablemente” las reformas y “terminar la división” que han causado en el país.
Pero la oposición rechazó las modificaciones al paquete de reformas para hacerlo más aceptable, al tiempo que los manifestantes anunciaron una “semana de paralización nacional” en contra de la medida.
* Con información de agencia AFP.