El abogado Francisco Javier Dall’Anese Ruiz, quien fue el segundo comisionado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), emitió un pronunciamiento
Dall’Anese recordó que todos los funcionarios internacionales de la Cicig, de 23 países, fiscales, policías y analistas quedamos protegidos con inmunidad. En el caso de los comisionados, el único que puede levantar esa inmunidad es el secretario de las Naciones Unidas, lo que no respetó el fiscal Curruchiche, que es un instrumento de ese Estado cleptocrático, e inició una causa contra el comisionado Velásquez.
El excomisionado indica que a partir de ese momento se empezó a perseguir a exfuncionarios de la Cicig.
Sobre los señalamientos
Asimismo, explica que el texto que exhibió el fiscal Curruchiche, “el instrumento del Estado corrupto y cleptócrata de Guatemala”, según sus palabras, indica que el excomisionado habría transmitido a la federación de cafetaleros una información que a su vez, en el 2009, el MP de Guatemala le había dado a la Cicig.
En dicho documento, según indica Dall’Anese, el MP aseguraba que, después de haber revisado las cuentas, inversiones, movimientos bancarios y demás, le indicaba que no encontró indicio alguno de lavado de dinero. Eso lo habría dicho el MP a la Cicig, en el 2009, un año antes de que llegara a Guatemala.
Dall’Anese agrega que en el 2012 habría contestado, “si fuera cierto” el documento, una gestión de la federación de cafetaleros, llamada Fedecocagua, en la que transmitía lo que el MP le dijo a la Cicig. “En ese momento hay un caso cerrado y no hay caso pendiente”, añade.
Y ahora Curruchiche, en un caso iniciado en 2020 por el excelente y patriota fiscal Juan Francisco Sandoval, mete en ese caso una nota emitida en el 2012 y me endilga el estar implicado en un encubrimiento de lavado de dinero, lo cual es absolutamente falso”, agrega.
A criterio de Dall’Anese, “esta es una más de las maniobras para perseguir a todos los que nos atrevimos a tocar a los poderosos, corruptos y criminales de Guatemala, para los cuales Curruchiche no es más que un simple instrumento, y así quedará escrito en la historia de Guatemala, de lo cual nos encargaremos quienes somos perseguidos hoy”.