China declaró el lunes 10 de abril, haber “completado con éxito” tres días de maniobras militares en torno a Taiwán en los que desplegó decenas de aviones para simular ataques y el “bloqueo aéreo” de la isla, que reivindica como parte de su territorio.
Los ejercicios son en respuesta de Pekín a la reunión de la semana pasada de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, un encuentro que China advirtió provocaría una respuesta contundente.
Después de tres días de maniobras, el ejército chino declaró que había “completado con éxito” sus ejercicios llamados “Espada Conjunta”.
El Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) afirmó en un comunicado que el ejercicio “probó de manera completa la capacidad de combate conjunta integrada de múltiples sectores del ejército bajo condiciones de combate”.
Durante las maniobras, Pekín simuló ataques selectivos contra Taiwán así como el cerco de la isla, incluido su “sellado”, y los medios estatales informaron que decenas de aviones habían practicado un “bloqueo aéreo”.
Uno de los dos portaaviones chinos, el “Shandong”, también participó , según el ejército.
Estados Unidos, que había pedido repetidamente a China moderación, envió el lunes el destructor de misiles guiados “USS Milius” a través de partes disputadas del Mar de China Meridional.
“Esta operación de libertad de navegación respetó los derechos, libertades y usos legítimos del mar”, indicó la Armada estadounidense en un comunicado, explicando que el buque había pasado cerca de las islas Spratly, un archipiélago reclamado por China, Taiwán, Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi y situado a unos 1.300 kilómetros (800 millas) de Taiwán.
El despliegue del Milius provocó inmediatamente la condena de China, que afirmó que el buque había “invadido ilegalmente” sus aguas territoriales.
Por otra parte, Pekín advirtió el lunes de que la independencia de Taiwán y la paz a ambos lados del estrecho son “mutuamente excluyentes”, y culpó al gobierno taiwanés y a “fuerzas extranjeras” no identificadas por las tensiones.
“Si queremos proteger la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, debemos oponernos firmemente a cualquier forma de separatismo independentista de Taiwán”, advirtió el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
Rusia, aliado de China, defendió las maniobras, y un portavoz del Kremlin afirmó que Pekín tenía el “derecho soberano” de responder a lo que Moscú calificó de “provocaciones”.
China y Taiwán
China y Taiwán se separaron tras una guerra civil en 1949. Pekín considera Taiwán, que tiene un gobierno democrático, como parte de su territorio y ha prometido recuperarlo algún día.
Estados Unidos ha sido deliberadamente ambiguo sobre si defendería militarmente Taiwán y durante décadas ha vendido armas a su gobierno para su autodefensa y le ha ofrecido apoyo político.
Tsai se reunió con McCarthy tras una visita a Guatemala y Belice, dos de los últimos aliados oficiales de la isla, que recientemente perdió a Honduras que estableció relaciones diplomáticas con Pekín.
China ya efectuó maniobras militares alrededor de la isla en agosto de 2022, en respuesta a la visita a Taipéi de Nancy Pelosi, la predecesora de McCarthy al frente de la Cámara de Representantes.
Tsai respondió a los simulacros comprometiéndose a colaborar con “Estados Unidos y otros países afines” frente al “continuo expansionismo autoritario”.
Los ejercicios del lunes incluían munición real y tuvieron lugar frente a la costa rocosa de la provincia china de Fujian, a unos 80 kilómetros al sur de las islas Matsu y a 190 kilómetros de Taipéi, informaron el sábado las autoridades marítimas.
Un vídeo publicado el lunes en la cuenta oficial de WeChat del Mando del Teatro Oriental chino mostraba a un piloto diciendo que había “llegado cerca de la parte norte de la isla de Taiwán”, con los misiles “en su sitio”.
Vía AFP