Once personas, entre ellas un niño de 2 años, murieron el viernes en un bombardeo ruso contra un edificio de apartamentos en la ciudad de Sloviansk, en el este de Ucrania, según un nuevo balance de las autoridades publicado este sábado.
“El número de víctimas del bombardeo ha subido a 11”, declaró en televisión Veronika Bajal, portavoz del servicio ucraniano de emergencias de la región oriental de Donetsk. El balance anterior era de nueve muertos y 21 heridos.
Entre los muertos figura un niño de dos años que fue sacado vivo de los escombros pero falleció poco después en la ambulancia, señaló Daria Zarivna, consejera del presidente Volodimir Zelenski.
Sloviansk se sitúa en la parte de la región de Donetsk bajo control ucraniano, a 45 km al noroeste de Bajmut, cerca de la zona ocupada por Rusia.
El bombardeo ocurrió el viernes, el mismo día en que el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un proyecto de ley que facilitará la movilización de los jóvenes en el ejército.
Según Ucrania, la ciudad fue atacada por siete misiles que dañaron cinco edificios, cinco casas, una escuela y un edificio administrativo.
Zelenski acusó a Rusia de “bombardear brutalmente” edificios residenciales.
La fiscalía de Donetsk anunció el inicio de una investigación como parte del procedimiento penal por violación de las leyes y usos de la guerra que se inició hace más de trece meses, con la invasión rusa de Ucrania.
Conmoción por ataque ruso en Ucrania
El bombardeo de este edificio en Sloviansk ocurre cuando Rusia afirma haber avanzado un poco más en la periferia norte y sur de Bajmut, en el este de Ucrania, epicentro de la batalla más larga desde el inicio de la invasión rusa.
El grupo paramilitar Wagner se encuentra en primera línea de la batalla, apoyado por artillería del ejército y paracaidistas.
Según el ministerio ruso, las tropas ucranianas están “retrocediendo y destruyendo deliberadamente las infraestructuras y los edificios residenciales de la ciudad para frenar el avance” de las fuerzas rusas.
Ucrania prometió seguir defendiendo Bajmut. Pero sobre el terreno, fuentes ucranianas cerca de la ciudad admitieron ante la AFP que las fuerzas de Kiev estaban en una posición “difícil”.
En el frente diplomático, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, de visita en Pekín, instó a Estados Unidos a “dejar de incentivar la guerra y comenzar a hablar de paz”.
La comunidad internacional “convencerá” a Putin y Zelenski de que “la paz redunda en interés de todo el mundo”, añadió.
Tras los “refractarios”
Putin firmó el viernes una nueva ley que facilita la movilización de los jóvenes rusos en el ejército.
En septiembre ordenó la movilización de 300.000 reservistas, pero el proceso fue lento y a menudo caótico, y actualmente existen temores de que este preparando otra para enfrentar una eventual contraofensiva ucraniana.
La nueva ley autoriza la movilización de reservistas por vía electrónica, a través de un portal de los servicios públicos, o incluso mediante una notificación entregada a terceros. Hasta ahora, era personal.
El servicio de impuestos, las universidades y otros organismos públicos deberán proporcionar la información personal de los movilizables.
La policía tiene derecho a perseguir a los “refractarios”, quienes se nieguen a recibir la citación, que pueden ser condenados a penas de prisión.
Además, la negativa a presentarse en la oficina de reclutamiento privará a los rusos de trabajar como empresarios o independientes, recibir préstamos o disponer de vivienda o coche. Estas medidas afectan también a los rusos que han huido de su país y trabajan a distancia.
La anterior movilización de septiembre de 2022 había provocado la huida de decenas de miles de rusos al extranjero.