El presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, durante su intervención en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se refirió a la situación política que atraviesa Guatemala, en el marco del proceso de transición entre el gobierno saliente del presidente Alejandro Giammattei y el presidente electo, Bernardo Arévalo.
Da Silva se refirió al riesgo de “un golpe de estado que impediría que el ganador de las elecciones democráticas asumiera el cargo”.
El mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei, no respondió directamente a la alusión de su homólogo y se limitó a decir que distinto a la falta de la verdad que se escuchó en el podio de la Asamblea General, entregará el poder al presiente electo.
Condena internacional
El lunes pasado, en Washington, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó que no se puede permitir que la fiscalía de Guatemala rompa “la institucionalidad y la Constitución” en el país, donde el proceso de traspaso de poder se halla “bajo amenaza”.
La semana pasada, el jefe de la Fiscalía Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche dirigió un allanamiento, con decenas de policías, en el Centro de Operaciones del Proceso Electoral (COPE) del Tribunal Supremo Electoral (TSE), donde los fiscales abrieron cajas que contenían votos de la primera vuelta electoral del 25 de junio.
El operativo fue rechazado por la comunidad internacional, que estima que solo es un pretexto para vulnerar el proceso electoral. Estados Unidos calificó el acto como “un ataque al proceso democrático”.
El Ministerio Público rechazó la acusación de orquestar un “golpe de Estado”, “Se rechaza categóricamente cualquier señalamiento que pretenda involucrar al Ministerio Público con el resultado del evento electoral”, indicó el ente investigador.
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Vía AFP