Sin discusión y con candados que complicarán su ejecución para el próximo gobierno, dirigido por Bernardo Arévalo, el Presupuesto 2024 cobrará vigencia el 1 de enero.
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Luego del fallido intento de votar por el informe de la comisión pesquisidora contra cuatro magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), los legisladores aprobaron el Presupuesto 2024 en tercera lectura y redacción final. Casi solo congresistas opositores tomaron la palabra en la sesión ordinaria para expresarse en contra.
“El proyecto que está aquí fue técnicamente bien elaborado… para la población guatemalteca más necesitada del país”, justificó el diputado Cándido Leal, de la bancada Vamos y presidente de la comisión de Finanzas.
Mientras que el diputado de Visión con Valores (Viva) Armando Castillo señaló que el proyecto presupuestario no era técnico y que tampoco “era pensando en la población”.
“Lamento mucho que algo tan importante como el presupuesto nacional de egresos e ingresos de toda una nación no se le dé el espacio para poder discutirlo”, reiteró.
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Estrategia de semilla
Diputados de la bancada Movimiento Semilla, además de pronunciarse en contra, intentaron introducir enmiendas durante la redacción final. Sin embargo, sus propuestas fueron rechazadas por la mayoría del pleno. Los legisladores presentaron aproximadamente 130 cambios.
Las únicas enmiendas aprobadas fueron planteadas por el diputado Cándido Leal, del oficialismo.
Tras varias horas de lectura, los congresistas se retiraron del pleno sin continuar las interpelaciones pendientes a ministros y con esto culminó el periodo ordinario de 2023, el cual será retomado el 14 de enero de 2024 con la toma de posesión de las nuevas autoridades.
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Presidente electo se pronuncia
El presidente electo pidió a los diputados del Congreso rechazar el proyecto dictaminado por la comisión de Finanzas Públicas y Moneda. Sin embargo, su requerimiento no fue atendido.
“Es un intento de atarle las manos al gobierno a costa de lo que corresponde hacer. Lo que están haciendo es cerrar la posibilidad de hacer obra y de atarse y asegurarse negocios espurios, de una manera absolutamente ilegal, dejando comprometidos temas, firmas, contratos. Es realmente vergonzoso”, declaró en conferencia de prensa.
Preocupaciones latentes
Durante las últimas semanas, organizaciones académicas, sociales y analistas expresaron su preocupación por la reducción de las partidas presupuestarias a varias instituciones vinculadas a la salud, la educación, la seguridad y la infraestructura.
Uno de los señalamientos recurrentes es el de los candados establecidos para la colocación de Bonos del Tesoro y pago de deuda, ya que el gobierno de Arévalo tendría que recurrir al Congreso para obtener la aprobación que le permita cumplir con estas obligaciones. Economistas han advertido que esto podría traer repercusiones para las calificaciones de riesgo país y las tasas de interés a largo plazo.
La próxima legislatura estará integrada en su mayoría por diputados de Vamos y de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), entre otras bancadas que regularmente respaldan las iniciativas de ley impulsadas por el oficialismo.