Opinión

La soberana impunidad

La contraofensiva que está interesada en mantener y asegurar la impunidad en el país se ha reforzado en los últimos días, principalmente a través de acciones legislativas que han sorprendido no solo por su contenido, sino también por la forma en la que los actores las han impulsado.

Los diputados intentaron aprobar leyes con una dedicatoria especial para consolidar la impunidad. Estas leyes buscan favorecer claramente a exfuncionarios, exdiputados, exdirigentes partidarios y personas cercanas a diputados, que están enfrentando procesos judiciales o que pueden enfrentar uno en un futuro cercano. Incluso, varios de los actuales diputados también se beneficiarían de estas perversas medidas. Es simple: el objetivo es no enfrentar la justicia y garantizar la soberana impunidad.

Es una desfachatez que los diputados estén buscando aprobar este tipo de leyes y no estén interesados en otras que beneficien al país. Por ejemplo, los diputados están utilizando viejas estrategias para entrampar la discusión de la reforma constitucional en materia de justicia. No debe extrañarnos porque ellos salen perjudicados con la reforma porque ya no podrán nombrar a jueces, con pactos de impunidad, cómo el que sucedió con el PP y Líder. El martes un grupo de diputados intentó que el Congreso se declarara en sesión permanente con la citación al Procurador de Derechos Humanos (PDH) para entrampar la agenda legislativa, con largas intervenciones y preguntas sin sentido.

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A los diputados no les interesan leyes que fortalezcan el sistema judicial y despoliticen la justicia, promoviendo la carrera judicial, para tener jueces independientes, y así erradicar la impunidad. Al contrario, con la aprobación de estas leyes buscan que el imperio de la injusticia reine en el país.

Los diputados intentaron aprobar con carácter de urgencia nacional, vea usted la importancia que le están dando a este tipo de iniciativas, leyes que buscan darle validez a los actos legislativos realizados desde 2008 hasta la fecha. Entre esta todas las contrataciones que se realizaron en ese organismo del Estado.

Los diputados están aceptando que hay ilegalidades en las acciones y que quieren taparlas con la “chamarra de la impunidad”. Incluso, el descaro llega a un nivel que están proponiendo eximir de toda responsabilidad penal a los empleados, funcionarios y diputados del Congreso. ¿En dónde quedarán las plazas fantasmas y las responsabilidades penales en que incurrieron las personas que cometieron delitos? Sin duda, en la “plaza de la impunidad”. También buscaron de manera perversa y tendenciosa modificar algunos aspectos del proceso judicial, cómo limitar la prórroga para la prisión preventiva, o modificar la tipificación de los delitos de financiamiento electoral ilícito. ¿A quién están protegiendo? Saque sus conclusiones. No es difícil encontrar nombres y apellidos.

Los diputados están colocando diques preventivos de protección para las investigaciones judiciales que vienen en camino, como el caso Odebrecht, que está sacudiendo a América Latina.

Lo peor de todo es que los diputados no descansarán, ya que buscarán tanto las formas como los momentos políticos para aprobar este tipo de medidas. Hay que estar muy atentos porque se viene Semana Santa, y cuando medio país esté en las procesiones o descansando en la playa, ellos pueden aprobar este tipo de leyes. ¿Recuerdan la aprobación de TCQ?

Estas medidas lo único que provocan es un profundo rechazo de la ciudadanía, que cada día es menos tolerante. Los diputados pierden credibilidad, y se agudiza la crisis institucional del sistema político. Luego nos preguntamos por qué se exige la depuración del Congreso. ¿Qué opina usted?

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