Es necesario mejorar la calidad de la educación en el país. Uno de los esfuerzos importantes que se han impulsado para lograr ese objetivo es la reforma de la Formación Inicial Docente (FID) que busca mejorar las capacidades de los profesores que educan en las aulas escolares.
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Antes de la reforma, los docentes completaban su formación en el nivel medio, dejando a la suerte de sus deseos y posibilidades continuar su profesionalización con estudios universitarios. Ese contexto generaba limitaciones para que el sistema educativo contara con docentes más preparados y competentes para enseñar, y con dañinos efectos en el corto, mediano y largo plazo.
Por ello, la formación universitaria de docentes del nivel primario es uno de los elementos fundamentales para que la calidad de la educación mejore. Esta acción va en la línea de lo que a nivel internacional la Unesco ha establecido en la estrategia regional que incluye elevar los niveles de ingreso a la docencia, fortalecer la calidad de los programas de formación para el trabajo con grupos sociales desfavorecidos y sistemas apropiados que regulen la calidad educativa.
La Formación Inicial Docente persigue que los estudiantes, futuros profesores, desarrollen competencias para la vida y el ejercicio docente, que adquieran en el proceso de enseñanza-aprendizaje las suficientes competencias profesionales que les permitan implementar con calidad, pertinencia y en contextos incluyentes el Currículo Nacional Base en los diferentes niveles. Por otro lado, las carreras que han sido diseñadas en este nuevo esquema establecen una verdadera relación entre los fundamentos teóricos y la práctica de la docencia.
La reforma también deja abierta la posibilidad para que los egresados de las carreras de formación docente a nivel universitario, por un lado, estén habilitados para desempeñarse como profesoras y profesores de educación primaria, y que por otro continúen sus estudios y procesos de autoformación en el marco de la formación continua.
Los maestros bien formados y con mejores capacidades son piezas clave para promover la calidad educativa y el aprendizaje de los estudiantes. Por ello, reconocer y apoyar todos los esfuerzos para lograr que se formen a nivel universitario es una oportunidad de mejora continua perfectible y de fortalecimiento de capacidades personales y profesionales.
“Un sistema educativo solo es tan bueno como sus docentes y por lo tanto, la calidad de la educación está determinada por lo que sus docentes puedan hacer para favorecer el aprendizaje de los estudiantes” (GCNE/ONCE/ASIES Agenda nacional de Educación con Calidad ,2015). ¿Qué opina usted?