En esta parte del año, es clave ver con atención el proceso de aprobación del presupuesto 2018 en el Congreso de la República, caracterizado por negociaciones, intereses y pactos.
Recordemos que el presupuesto de la nación debe ser el resultado de un proceso de análisis, formulación, consulta y discusión entre diferentes sectores e instituciones. Es la herramienta económica más poderosa de cualquier gobierno, la cual refleja las prioridades del gobernante de turno.
También es la soga legal que impone límites a los funcionarios sobre el uso adecuado y transparente de los recursos públicos. Porque las buenas intenciones deben acompañarse de acciones concretas que den prioridad al buen uso de los recursos.
Mientras tanto, el fantasma de la corrupción, del pago de favores políticos y de los compromisos del próximo proceso electoral siguen dando vueltas en el ambiente guatemalteco.
La opinión pública exige la necesidad de analizar con transparencia el presupuesto del próximo año, como el documento que mejore las políticas y compromisos del actual gobierno, que enfrenta para 2018 grandes desafíos.
La noticia en verso:
Para compartir entre alipuses:
- “Recuperemos Guatemala”, dice el presidente. Eso es precisamente lo que estamos haciendo, señor Morales, luchando contra la corrupción para salir del túnel en que nos tiene metidos.