Estamos ante un desastre natural complejo y difícil de afrontar, posiblemente el más grande que hemos vivido los guatemaltecos en este siglo. Las distintas erupciones del #VolcándeFuego a partir del domingo 3 de junio y sus repercusiones han presentado desafíos muy serios para el país.
Admirable la respuesta de muchos guatemaltecos ante la situación. Rápido surgieron organizaciones e individuos para apoyar. Los bomberos, miembros del Ejército y Policía Nacional Civil, junto con voluntarios, empresas, iglesias y medios de comunicación, han sido realmente valiosos. Sin embargo, hay inconformidad a indignación de algunos por la manera en que el gobierno ha enfrentado este reto. Ha fallado principalmente la comunicación respecto a explicar la dimensión del problema, informar a la población a lo que nos enfrentamos y, en general, a manejar la crisis en el corto plazo. Por ejemplo, hay críticas severas contra el Ministerio de Relaciones Exteriores por no haber aceptado la ayuda internacional de forma inmediata. La citación que realizó el partido UNE en el Congreso el pasado miércoles 6 de junio a los dos funcionarios encargados de Conred e Insivumeh creó más confusión y tensión. A pesar de que ambos coincidieron que la erupción del volcán de Fuego había sido un fenómeno repentino e inesperado, quedó en el ambiente que falló la comunicación entre estos y sus instituciones, y que su trabajo hubiera podido ser más eficiente respecto a la evacuación de algunas poblaciones y evitar muertes. También se sembró la duda de la capacidad del equipo de Conred para llevar con éxito la situación, principalmente porque en los últimos años ha habido cambios de algunos funcionarios en la institución, condición que debe evaluarse previo a condenar.
Un estudio que publicó el Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad Rafael Landívar (IARNA), respecto a los eventos sucedidos desde el domingo 3 de junio producto de la erupción del volcán de Fuego, señala que “la amenaza sobrepasó la capacidad de monitoreo técnico, siendo complicada la predicción de los efectos negativos. Hasta las 12 horas del domingo, el equipo de monitoreo no había dimensionado la amenaza”. Además, indica que “hay mucha población asentada en un territorio de riesgo, caracterizado por altas amenazas volcánicas. En estas condiciones, se requiere contar con un sistema de alerta temprana en correcto funcionamiento”.
El mismo boletín aclara que “la predicción de la amenaza depende de los equipos técnicos y sus capacidades. En la erupción del 3 de junio, por ejemplo, los equipos técnicos de Insivumeh estimaban que el flujo piroclástico afectaría las comunidades ubicadas en el oeste del cono volcánico, por lo que recomendaron evacuar la comunidad Sangre de Cristo. Adicionalmente, cuando este flujo llegó al puente del río Las Lajas (tributario del río Guacalate), se acumuló a tal grado que, cual efecto de dique de contención, ocasionó un cambio de rumbo para dirigirse hacia la comunidad El Rodeo. El desarrollo de los acontecimientos del evento natural sobrepasó la capacidad técnica de monitoreo, lo que muestra lo impredecible de los eventos naturales”. (https://bit.ly/2JIKlnS)
Ahora bien, ¿qué hacemos ante la crisis y prevenir a futuro? Definitivamente se requiere un liderazgo creíble que oriente a la población en estos momentos tan difíciles. El presidente, Jimmy Morales, podría nombrar un equipo de personas que conformaran un gabinete de crisis, integrado por líderes de distintos sectores con una misma visión. Este debiera de acompañarse de un asesoramiento técnico y científico, mejor si es de talla internacional para contar con la mejor información. Este puede generar confianza y certeza en la población, y presentar con transparencia los proyectos y ejecución de los recursos. Las redes sociales han sido claves para informar a la población, pero también para generar confusión y publicar noticias falsas. Es indispensable hacer escenarios y buscar salidas ante la situación. Debemos evitar más pérdida de vidas humanas. También tendremos grandes retos económicos como construcción de viviendas e infraestructura o recuperación de agricultura y empleos. Es urgente establecer líneas de comunicación e información con instituciones clave, medios de comunicación, actores locales, alcaldes, población vulnerable y ciudadanos. A mediano y largo plazo se deben fortalecer instituciones como la Conred y el Insivumeh, tomar más acciones de prevención y no permitir que se instalen poblaciones en territorios vulnerables ya que pone en mayor peligro a la población.
¿Qué opina del manejo de la crisis del gobierno? ¿Cómo lograr un ordenamiento territorial? ¿Cómo convertir esta crisis en una oportunidad para mejorar y transformar nuestro país?