La caravana de migrantes, iniciada en Honduras la semana pasada rumbo a Estados Unidos, nos ha dejado alarmados. Duele conocer las distintas historias de la gente y sus motivos para migrar. Es dramático ver los riesgos que corren y ejemplar el valor de muchos de atreverse.
Preocupa que no sea transparente quienes son los organizadores, ya que engañan a muchos, haciéndoles creer que uniéndose a este tipo de actividades vayan a lograr cruzar la frontera con México y luego la de Estados Unidos, para conseguir un empleo y lograr bienestar. A pesar de las medidas estrictas y la dificultad para obtener una visa de trabajo, insisten en “probar”.
Muchos están hastiados que en su país no hay empleo, pero sí mucha pobreza, poca seguridad, violencia y ausencia de oportunidades para salir adelante. Es obvio que a pesar de que los países del Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala) tienen un gran potencial, no logran desarrollo para sus habitantes. Debido a la fragilidad de las instituciones y estrategias de sobrevivencia de algunos de sus ciudadanos, la localización geográfica lejos de convertirse en una ventaja competitiva ha representado una amenaza por el narcotráfico y el crimen organizado. La corrupción ha sido uno de los cómplices para estar en la situación actual.
La región centroamericana es la más violenta del mundo, posiblemente se vive una época más cruda que en los años del conflicto armado. El año pasado hubo 14 mil 575 homicidios en la región, de los cuales el 90% fue cometido en el Triángulo Norte, cifras menores al año anterior. Si se mide la situación de la violencia homicida por cada cien mil habitantes por país, El Salvador cerró con una tasa de 60, Honduras 44 y Guatemala con 26. La tasa de Costa Rica fue de 12 y la de Nicaragua de 7; sin embargo, los hechos de violencia actuales tendrán repercusiones. Según UNODC, la tasa de homicidios en el Triángulo Norte fue de 41, muy alta comparada con la mundial (6.8) y a la del continente americano (15).
En materia de corrupción no hay mejoras. Según el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional del año 2017, el desempeño del sector público sigue considerándose como poco transparente. Nicaragua presenta el mayor desafío, con 26 de 100 puntos, seguido de Guatemala con 28, Honduras 29, El Salvador 33 y Costa Rica 59. Siendo los países nórdicos y Nueva Zelanda los de mayor percepción de transparencia con más de 85 puntos.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Naciones Unidas, que mide los adelantos de un país en aspectos de salud, educación y nivel de vida, muestra que los países de Centro América son de desarrollo medio con poco progreso, a excepción de Costa Rica, que tiene un desarrollo alto. El Salvador se encuentra en el puesto 121 de 189 países, seguido por Nicaragua (124), Guatemala (127) y Honduras (133).
Los gobiernos en la región prometen y prometen y lamentablemente no cumplen. El Plan Alianza para la Prosperidad que impulsan los países del Triángulo Norte aún no rinde frutos. Definitivamente Estados Unidos ha puesto su mira en la región debido a los flujos de personas no documentadas, droga y armas que se mueven por nuestros países hacia el norte, que no solo atentan con la seguridad de Centro América, sino con la de Norte América.
Definitivamente ya no podemos seguir dependiendo de las remesas familiares, de la cooperación internacional y buscando como huir de la región. Estamos cansados de que la mayoría de los funcionarios no han desempeñado su cargo con entrega y dedicación a su población, sino que van por proyectos personales y del partido.
Cada vez es más claro que migrar a los Estados Unidos ya no será una opción. Es momento de desarrollar nuestros países. Será necesario hacer reformas drásticas en los sistemas de salud, educación, seguridad y gestión pública para tener servicios de calidad y operar con transparencia y eficiencia. Fortalecer las instituciones, medidas de prevención y combate a la criminalidad son indispensables. También debe lograrse un clima de negocios adecuado para atraer la inversión privada y generar empleos productivos. Podríamos ser el centro de logística más importante para el continente y convertir nuestra región en la tan ansiada “tierra prometida” que brinda oportunidades a todos. Es momento de comprometer a los políticos para trabajar por la gente y su bienestar. ¿Ha pensado en algún momento migrar a los Estados Unidos? ¿Qué opina de la caravana de migrantes? ¿Cómo iniciar el cambio y crear el sueño centroamericano?