La seguridad ciudadana es el segundo reto más importante identificado por los guatemaltecos en las encuestas. En ese sentido la Coalición por la Seguridad Ciudadana y su brazo técnico, el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), realizaron la semana pasada un análisis y propuestas para disminuir la delincuencia en Guatemala.
Es de señalar que el número de homicidios ha bajado en los últimos años. Es el mayor cambio de la tasa de homicidios desde el año 2012. Lamentablemente no sabemos cómo están los otros delitos, debido a que no se ha publicado la encuesta de victimización. Preocupa que las denuncias por secuestro aumentaron 28%, por extorsión 10% y por robo de furgones 2%. Es interesante analizar qué sucedió en tema de violencia homicida por departamento. Solo en seis departamentos el número de homicidios aumentó del año 2017 al 2018. Las cantidades en Huehuetenango, Chiquimula, Santa Rosa, Guatemala y Escuintla se redujeron sustancialmente. A nivel de municipios que lograron más reducción están Guatemala, Mixco y Villa Nueva. Es de resaltar que en 18 municipios se cometen la mitad de los homicidios, lo que permitiría hacer intervenciones focalizadas para mejorar este año.
Si deseamos reducir los delitos, debemos fortalecer la Policía Nacional Civil (PNC), especialmente en investigación e inteligencia. Actualmente hay 38,714 agentes, equivalente a una tasa de 22.4 por cada 10 mil habitantes. La Academia de la PNC es crucial para fortalecer institucionalmente a la policía y marcar una diferencia en la percepción ciudadana. Se deben reclutar personas idóneas que tengan un perfil adecuado y además mantener una capacitación constante. Se necesita un nuevo modelo de gestión que involucre planificación, asignación de recursos y compras, dirigido a disminuir la violencia a nivel general. Es imperante regular, revisar y documentar los procesos relacionados a los ascensos dentro de la carrera policial.
En temas de inteligencia, se recomienda reglamentar el sistema nacional de inteligencia con visión de combate a la criminalidad y defensa de la nación, y establecer claramente mecanismos de intercambio de información. Es importante contar con criterios claros para compartir estos productos de inteligencia y fortalecer la investigación criminal. Deben establecerse prioridades presupuestarias dentro de las instituciones que tienen a cargo estas investigaciones y evitar duplicidad de funciones entre la PNC y la Dirección General de Investigación Criminal -Digicri-.
El Sistema Penitenciario sigue siendo el desafío más grande para lograr seguridad ciudadana. Ya por todos es sabido que la tasa de ocupación es de 352%. El hacinamiento causa descontrol en los centros carcelarios. Además, los agentes no cuentan con una carrera y un sistema de asensos. Se deben construir nuevos espacios carcelarios bajo el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria e implementar la carrera penitenciaria con estructura jerárquica y ascensos basados en el mérito.
Para lograr más y mejor seguridad ciudadana, es importante conocer la eficiencia de las instituciones que forman parte de la Justicia Criminal. Estas deberían establecer metas en conjunto y trabajar coordinadamente para mejorar la eficiencia global del sistema, además de la de cada institución. La Instancia Coordinadora de Modernización del Sector Justicia es una oportunidad para desarrollar un plan estratégico conjunto de mediano y largo plazo. La eficiencia global mejoró de 13% en el año 2014 a 26% en 2017. Es importante actualizar los datos para calcular la eficiencia del año 2018, y con base en esta información establecerse objetivos para ir eliminando los cuellos de botella. Con el apoyo de la encuesta de victimización se pueden trazar metas para reducir delitos, mejorar la eficiencia interna e institucional, hacer un plan estratégico y trabajar el presupuesto del año 2020 de forma conjunta. Es de suma importancia vincular la ejecución de recursos financieros por resultados. Debe coordinarse con la CICIG el traslado del Sistema Integrado de Justicia (SIJ) al Ministerio Público para mantener una base de datos actualizada de los tiempos y capacidades de las instituciones. El accionar de forma estratégica será muy importante.
En menos de un año estarán cambiando la mayoría de las autoridades de seguridad y justicia, razón por la que tener datos, planes y trabajo conjunto son determinantes para que lo bueno continúe y seguir mejorando lo que hace falta. ¿Cree que ha mejorado la seguridad? ¿Cuál candidato tiene la mejor propuesta? ¿Cuáles delitos deben priorizarse?