Contar con datos e información oportuna es importante para mejorar el desempeño de un país, en especial para planificar y utilizar de forma más adecuada sus recursos. El XII Censo Nacional de Población y VII Censo Nacional de Vivienda recién presentados son un recuento de la población y las viviendas de Guatemala para tener información estadística confiable, veraz y oportuna acerca de la magnitud, estructura, crecimiento, distribución de la población y de sus características económicas, sociales y demográficas. Estas deberían utilizarse para la elaboración de planes generales de desarrollo y la formulación de programas y proyectos a cargo de instituciones de los sectores público y privado. También determina el volumen y las características de las unidades de vivienda en las que habita la población guatemalteca, lo que permite evaluar las condiciones de vida y los requerimientos específicos de vivienda y servicios propios.
Los censos se deberían hacer al menos cada 10 años. En Guatemala pasaron 16 años sin realizarlo, razón por la que algunos resultados han sorprendido. Posiblemente lo más inesperado fue el número de personas censadas, que asciende a septiembre de 2018 a 14 millones 901 mil 286 (alrededor de 15 millones y las proyecciones daban más de 17 millones). Resultó que la tasa de crecimiento de la población intercensal es de 1.8% y durante los últimos años se proyectó una tasa mayor.
“El próximo gobierno tiene una gran oportunidad de diseñar y hacer proyectos con mayor certeza e ir resolviendo desafíos grandes que tiene el país en materia de desarrollo”.
Es importante señalar que esta cifra no necesariamente revela cuántos somos, ya que se sabe que algunos no fueron censados y otros han migrado. Según estándares internacionales, un cinco por ciento de omisión censal se considera aceptable.
Con relación a la población total por lugar de nacimiento y lugar de residencia en abril de 2013, el 42% de la población se concentra en cinco departamentos: Guatemala (más de tres millones), seguido por Alta Verapaz, Huehuetenango y San Marcos (con más de un millón cada uno).
Hay más mujeres (51.5%) que hombres, 6 de cada 10 se encuentran entre los 15 y 64 años, una tercera parte son infantes y niños, y apenas el 5.6% son de la tercera edad (mayores de 65). Con relación al censo pasado se puede notar una disminución significativa de niños e infantes, pero un aumento del grupo de 16 a 64 años. Esto lo que nos indica es la importancia de generar empleo y aprovechar el llamado “bono demográfico” que lo integra gente joven que, en total, entre los 15 y 34 años, constituye más de 5.4 millones de personas.
Somos un país multicultural, ya que el 56% se considera ladino, un 42% de la población se identificó como maya y el resto, xinca, garífuna u otro. De la población maya, al igual que años anteriores, el 80% pertenece a los siguientes cuatro pueblos: k’iche’ (27%), k’eqchi’ (22) kakchiquel (17%) y mam (14%). Preocupa la cifra de analfabetas ya que 2 de cada 10 comunicaron que no sabían leer ni escribir, un mayor porcentaje entre las mujeres (22%). Es de trabajar departamentos como Alta Verapaz y Quiché, donde solo 7 de cada 10 es alfabeto. Sin embargo, el promedio de años de estudio mejoró a más de cinco años, razón por la que se debe continuar con la cobertura universal de preprimaria, primaria y básicos, así como evaluar el trabajo de Conalfa.
Respecto a los hogares censados, la cifra es de tres millones 275 mil 931 hogares. El promedio de personas por hogar bajó respecto a los últimos años, a 4.5 personas. La mayoría de los jefes de hogar son hombres (76%), similar al del censo anterior. En relación con los servicios de las casas, tan solo un 59% tiene tubería de red dentro de la vivienda, un 52% tiene inodoro con red de distribución y una tercera parte aún usa letrina o pozo ciego. Respecto a la energía, solo un 7% usa candela, la mayoría (88%) tiene una red de energía eléctrica. Preocupa que más de la mitad de las viviendas usen como fuente de energía para cocinar la leña (54%), que tan solo un 1% use energía eléctrica y el resto, gas propano. Respecto a la basura, la mayoría la quema (42%), una cuarta parte usa servicio privado y un 17%, el servicio municipal.
Es muy positivo contar con estos datos, lo que permite una mejor comprensión de la situación del país. Lo invito a visitar la página https://www.censopoblacion.gt/, donde podrá acceder a las bases de datos e información. Felicitaciones a todas las organizaciones locales e internacionales que participaron.
El próximo gobierno tiene una gran oportunidad de diseñar y hacer proyectos con mayor certeza e ir resolviendo desafíos grandes que tiene el país en materia de desarrollo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) deberá ajustar los datos y proyecciones de población para los próximos años. Partiendo del censo de 2002, tendrá que dar las cifras anuales con el fin de acoplar información relevante como las tasas de cobertura de los servicios públicos, ingreso por habitante y otros, cifras que serán anunciadas a final de año. Supongamos que un pequeño porcentaje de la población no fue censada y tomando la tasa interanual de crecimiento, podríamos decir que hoy vivimos en el país entre 15 y 16 millones. ¿Le sorprendió la cifra de personas censadas? ¿Hemos mejorado desde el año 2002? ¿Cómo lograr que los censos se hagan cada década?