Con el Día de reyes culminamos la celebración de la Navidad y regresamos a los días ordinarios. Cuesta tomar de nuevo la rutina y para los que hicimos promesas y trazamos metas ahora toca cumplirlas.
También comienzan nuevos gobiernos: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, municipales y todo un reacomodo de cuadros administrativos. Hemos pasado unos años difíciles en los que la corrupción atrajo la atención, pero se descuidó la economía, los servicios y las finanzas públicas, la seguridad y la institucionalidad en general. Se espera que con las siguientes autoridades se puedan ir resolviendo los retos políticos del país y los grandes desafíos económicos y sociales.
Es importante que emprendamos una nueva era para Guatemala. Definitivamente, requerimos mejores sistemas y reglas para evitar la corrupción y así lograr que al menos los pocos fondos públicos que se recaudan lleguen en servicios a la población.
Además, es necesario definir un nuevo modelo económico y social para el país. Las distintas encuestas de opinión señalan que reducir la pobreza, mejorar el ingreso y generar empleo son prioridad para los ciudadanos. Para esto es importante, por un lado, compartir una visión poderosa que inspire y logre que todos avancemos y por el otro lado tener un buen equipo, contar con planes y programas integrales y realizar acciones concretas para lograrlo.
“Será necesario crear espacios de discusión y de diálogo basados en evidencias y datos para alcanzar consensos entre los organismos del Estado, así como entre los ciudadanos y líderes de diferentes sectores”.
El año pasado se gozó de estabilidad económica; sin embargo, no fue suficiente para las necesidades de los guatemaltecos. Apenas se logró un crecimiento económico del 3.4%. Debido al desempeño económico de los Estados Unidos, se logró un aumento en las exportaciones (el 36% tienen como destino ese país) y en el ingreso de remesas, las cuales se calcula que tuvieron un incremento interanual del 11%. También creció el crédito al sector privado y la economía mejoró en comparación a los años recientes. Que el precio del petróleo se haya mantenido estable fue positivo.
Ahora bien, ¿qué podemos esperar para este año? Lamentablemente, la dinámica económica a nivel internacional se encuentra en un momento de desaceleración. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), las economías más grandes experimentarán en 2019 y 2020 un menor desempeño económico al mostrado en 2017 y 2018. Respecto a Estados Unidos, se ve un panorama favorable, sin embargo dependerá de las acciones que se tomen y de las elecciones presidenciales en noviembre. Posiblemente puede variar el precio del petróleo por lo sucedido recientemente en Irán.
Es fundamental comprender que crecer económicamente por inercia no es suficiente para salir adelante en Guatemala. No existe en el statu quo una solución. La economía ha crecido levemente, pero la generación de empleo está prácticamente estancada. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que cada año alrededor de 200 mil personas buscan oportunidades de trabajo, pero únicamente se generan 20 mil plazas de empleo formal. Se estima una brecha de empleo formal de más de 3 millones de plazas. Brecha que en lugar de reducirse ha ido en aumento a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, la tarea más importante para los próximos años será generar las condiciones mínimas para atraer inversión y generar empleo. Afrontar con éxito el desafío de la generación masiva de empleo productivo, formal y mejor remunerado requiere de una transformación productiva profunda. Deben promoverse actividades económicas intensivas en el uso de mano de obra, con capacidad de absorber grandes cantidades de trabajadores -con poca formación educativa- que permita una mejora continua de la productividad laboral y cuya producción se dirija a los mercados internacionales y que se dediquen a la producción de bienes y servicios con creciente valor agregado.
Es imperante que el próximo gobierno defina la generación de empleo como objetivo fundamental dentro de su plan de trabajo y a partir del mismo se articulen políticas coherentes como la fiscal, la monetaria y la social. Se requiere definir los motores de la economía y diseñar proyectos concretos orientadas a la reducción de costos de operación de las empresas con el potencial de generar grandes cantidades de empleo y lograr el bienestar de la población. Será necesaria una nueva ruta de desarrollo para el país.
Para ello, será necesario crear espacios de discusión y de diálogo basados en evidencias y datos para alcanzar consensos entre los organismos del Estado, así como entre los ciudadanos y líderes de diferentes sectores e iniciar una era distinta de modernidad, innovación y prosperidad para Guatemala. Aprendamos del pasado, actuemos en el presente, inspirados en un país pujante y desarrollado. Debemos recordar las palabras de Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Es momento del cambio para Guatemala.
Para usted y toda su familia, muy feliz año y mis mejores deseos, que esté lleno de prosperidad, salud y oportunidades; cumpla sus metas y logre sus sueños. ¿Cuáles son sus expectativas respecto al nuevo gobierno? ¿Cuáles tres metas desea alcanzar este año? ¿Ya está listo para arrancar el año 2020?