Opinión

Un nuevo año

“Año nuevo, vida nueva”, dice un dicho. El año 2020 presentó muchos desafíos, especialmente por la pandemia y por la situación económica a nivel nacional y local. Muchos piensan que, al cambiar el año, varias cosas serán distintas. En parte sí, ya que a nivel individual uno puede ponerse metas e iniciar un cambio. A nivel familiar también pueden tomarse medidas, lograr organizarse mejor y buscar más bienestar.

Sin embargo, en el país los retos continúan. Este año es decisivo para lograr un mejor futuro para Guatemala. Las fiestas nos dieron una sensación de calma, pero la travesía sigue, ya que apenas fue una pausa.

El Ejecutivo tiene por delante la formulación de un presupuesto para el año que sea austero, equilibrado y priorizado para la población vulnerable. Además, que estimule la economía. Preocupa que los pactos colectivos continúen sin ningún límite. Los aumentos salariales masivos y sin resultados son nefastos. Anulan la Ley de Servicio Civil, premian la mediocridad e incrementan el gasto público -en sacrificio de los servicios públicos a los ciudadanos-.

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Es importante que el presidente y vicepresidente de la República trabajen unidos, conformen un buen equipo de gobierno, tengan una ruta clara y ejecuten un plan de gobierno con resultados. Principal atención a la salud, la educación y la seguridad ciudadana.

La salud ha sufrido muchos desgastes y se evidenció lo frágil que es el sistema. La Coprecovid colaboró con la organización y comunicación de la pandemia. Será de organizarse para la vacunación masiva y accionar en el tema de la desnutrición crónica, trabajando de la mano con los alcaldes para proveer agua potable para todas las comunidades.

La educación requiere con urgencia una innovación. Es momento de poner al estudiante como centro del aprendizaje, contar con maestros que se conviertan en tutores e introducir la tecnología en las aulas. Es de iniciar con un programa distinto el ciclo escolar de 2021, el modelo híbrido. Habrá que evaluar el conocimiento de cada estudiante y ponerse al día por el tiempo perdido.

En seguridad ciudadana, es de reconocer que el año pasado la tasa de homicidios, por cada 100 mil habitantes, disminuyó de 21.5 a 15.2, lo que significa 1,015 víctimas menos. Acá el reto es no tener tanta rotación y mejor selección para los cargos de ministros, viceministros y directores.

Por otro lado, un verdadero plan para activar la economía será fundamental. Conservar y promover el empleo formal debe ser prioritario y atraer más y mejores inversiones al país es clave. Reducir la pobreza es tarea a largo plazo. Debe trabajarse con el Congreso una agenda que priorice una serie de leyes necesarias para la transformación del país. La infraestructura, puertos y aeropuertos, energía eléctrica y telecomunicaciones requieren de modernización. Reducir trámites y buscar un gobierno digital dará ventajas al país. Fortalecer el sistema estadístico de Guatemala y contar con datos actualizados es crucial para trazarse metas.

Obvio que lograr acuerdos con el Congreso es difícil, en especial por estar tan atomizado (19 bancadas). El año pasado su agenda estuvo absorbida por la pandemia; sin embargo, es el momento de trabajar por una agenda de transformación del país. ¿Qué mejor que ir buscando la digitalización? El parlamento puede ser emblemático si decide cambiar su ley interna e introducir cambios como reuniones de comisiones de trabajo virtuales, a las cuales todos los guatemaltecos tengamos acceso. También quedó pendiente la elección de magistrados a la Corte Suprema de Justicia y las Salas de Apelaciones. Este tema es fundamental resolverlo debido a la incertidumbre que existe respecto a uno de los poderes del Estado, el Organismo Judicial.

Muy relacionado está el asunto de la Corte de Constitucionalidad. Luego de varias pérdidas de sus integrantes, los procesos para sustituirlos han sido cuestionados por algunos miembros de la sociedad civil y medios de comunicación. Esto pone en evidencia que la elección de nuevos magistrados en abril será complicada. Es de recordar que según la Constitución de la República en su artículo 269 esta corte se integra con cinco magistrados titulares y sus respectivos suplentes. Los magistrados durarán en sus funciones cinco años y serán designados uno por el pleno de la Corte Suprema de Justicia, otro por el Congreso de la República, un tercero por el presidente de la República en Consejo de Ministros, el cuarto por el Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala y el último por la Asamblea del Colegio de Abogados y Notarios.

También debemos estar pendientes de lo que pase en el mundo con la segunda ola del Covid-19 y las nuevas cepas. Además, el cambio del gobierno de los Estados Unidos influirá en la región. Será de observar y aprender de los países que han manejado los retos que presenta la situación con astucia y capacidad.

Será un año lleno de desafíos y qué mejor que la celebración del bicentenario para reflexionar respecto a 200 años de independencia e iniciar una discusión interesante respecto de cómo deseamos ser en el futuro; visión, inspiración y energía necesarias para afrontar los nuevos retos. Es importante tomar acción para cambiar el destino. ¿Cuáles metas tiene a nivel personal para 2021? ¿Qué espera que el gobierno haga distinto este año? ¿Cómo construimos la Guatemala próspera y desarrollada que tanto deseamos?

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