La situación del Covid-19 en Guatemala está muy delicada. Se enferman aproximadamente 25 mil personas cada semana y fallecen más de 250. A pesar de que ya se cuenta con suficientes vacunas, y se está avanzado rápido -500 mil en una semana-, aún falta para cubrir a la mayoría de la población. Al 31 de agosto se contaba con una tercera parte de personas de 18 años vacunadas con la primera dosis y un 12% con esquema completo.
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Por otro lado, las personas se siguen enfermando. En la mayoría de los países la variante Delta está complicando la situación, ya que esta es mucho más contagiosa y a pesar de que las personas están vacunadas aún tienen probabilidad de enfermarse. Sin embargo, el contar con la vacuna hay menos probabilidad de terminar en un hospital o de fallecer, y los síntomas son más leves.
El viceministro de Salud ha comunicado en varios foros y medios de comunicación que los hospitales están prácticamente desbordados y no cuentan con recursos ni sistemas para comprar insumos, medicinas y camas. También tienen déficit de personal. Explicaba un experto que es importante que el Congreso de la República autorice un mecanismo de compras que pueda ser utilizado ante esta emergencia. Este debería ser rápido, transparente y eficaz, haciendo una excepción a la ley de Contrataciones.
El miércoles pasado un grupo de médicos expertos presentaron ante el Congreso una propuesta para lograr la contención de la enfermedad. Durante varias horas estuvieron reunidos con los jefes de bancada explicando la gravedad del tema. En su propuesta presentan tres escenarios a un plazo de tres meses. Según sus cálculos, si no se toma ninguna medida y se continúa como hasta ahora, habrá casi medio millón de pacientes infectados, más de 12 mil necesitarán hospitalización y un 10% requerirá de cuidados intensivos. Además, se perderían más de 13 mil vidas -al 3 de septiembre habían fallecido en Guatemala 12,203- porque prácticamente se duplicaría la cifra en tan solo un trimestre. También presentaron otros dos escenarios en los que se toman medidas como permitir la movilidad a solo el personal de salud (escenario 1) y otro con toques de quedas parciales (escenario 2 o medio).
Propusieron 14 intervenciones específicas para todos los municipios. Sugieren restringir actividades que impliquen aglomeraciones, implementar toque de queda de las 19:00 horas a 4:00 horas del día siguiente, cerrar gimnasios, escuelas de arte y tomar clases y servicios religiosos de forma virtual. Restringir velatorios y que se entierre a las personas sin pasar las seis horas. Se recomienda que los restaurantes solo funcionen con servicio a domicilio. Hacer pruebas masivas y rápidas es crucial. También señalan la importancia de fortalecer la infraestructura de salud, apoyar al personal, contar con técnicos de laboratorios suficientes, así como dotar de medicamentos y equipo médico. Puntualizan en agilizar el plan de vacunación abarcando a todos los rangos de edad en áreas urbanas y rurales. Intensificar campañas educativas dirigidas a la población. También se solicita medir el impacto de las medidas que se tomen y por último contar con una mesa de expertos para mejorar condiciones de trabajo del personal de salud que se encuentra en primera línea.
Ante esta situación, la comisión de Salud del Congreso presentó una serie de medidas adicionales a las planteadas por los médicos. Con estos antecedentes, el viernes se publicó el Decreto Gubernativo Número 8-2021, emitido por el presidente de la República en Consejo de Ministros, por medio del cual busca declarar estado de Calamidad Pública en todo el territorio de la República de Guatemala, por 30 días, derivado de la emergencia de salud pública a consecuencia de la pandemia producida por la Covid-19. Este entró vigor a partir del sábado.
Se puede decir que el gobierno optó por el escenario medio presentado por los médicos. Varias de las medidas tomadas se basan en el documento de los médicos. Cambia la hora del toque de queda (20:00 horas a 4:00 horas del siguiente día). Como lo dice la Constitución, este decreto debe ser ratificado, modificado o improbado por el Congreso.
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Se conoció este decreto en el Congreso el sábado 4 y luego de una sesión de varias horas se aprobó en primera lectura con 82 votos. Adicionalmente, se convocó a una siguiente reunión ayer domingo a las 10:00 horas para que luego hoy lunes a las 12:00 horas los diputados conozcan la propuesta en su tercer debate, por artículos y redacción final.
Varias bancadas se pronunciaron desde un principio que iban a votar en contra del estado de Calamidad; sin embargo, la situación merece no tomar una decisión de “sí o no”, ya que es de recordar que los miembros del Congreso pueden modificar el decreto. Algunas bancadas han expresado que están en contra del toque de queda, otras no desean que el gobierno pueda comprar por excepción y algunas se oponen a un estado de Calamidad. Hasta ha habido argumentos que la propuesta del presidente no es suficiente.
Es el momento de pensar en el país y dejar a un lado la política. Es urgente lograr las medidas necesarias para contener el virus, apoyar al sector de salud y además lograr que las disposiciones afecten lo menos posible el trabajo de los guatemaltecos. El debate es sano y necesario. La decisión ejecutiva de decretar un estado de excepción por el sistema republicano de gobierno y en el manejo de los pesos y contrapeso hoy está depositada en el Congreso. Estaremos atentos a su decisión. ¿Está de acuerdo con el toque de queda? ¿Cómo lograr un sistema de compras transparente, eficiente y rápido? ¿Aprobará el Congreso el estado de Calamidad?