La inhumana migración que se está desarrollando por la falta de oportunidades está afectando, principalmente, a los países del llamado Triángulo Norte. La delincuencia, la corrupción, el desempleo y la inseguridad alimentaria son los factores que están asociados a la intención de los guatemaltecos a migrar en búsqueda de calidad de vida.
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Estos datos los extraje del informe sobre “Cultura política de la democracia en Guatemala y en las Américas 2021: Tomándole el pulso a la democracia”, presentado por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).
En el caso de nuestro país, el informe coloca sobre la mesa de discusión elementos muy preocupantes que están en riesgo de aumentar, con los efectos de la pandemia del Covid-19 y de la crisis económica que se deriva de lo que está sucediendo en el otro lado del mundo, y que está poniendo en jaque la geopolítica y tendrá impactos en las relaciones internacionales y la economía mundial.
Por ejemplo, saber que el 35% de los hogares guatemaltecos se quedaron sin alimentos en los tres meses previos al momento en que fueron encuestados muestra que las familias de este país están siendo fuertemente golpeadas. Es más preocupante saber que este dato supera en 15 puntos porcentuales al número de hogares que han reportado esta situación en anteriores encuestas.
Las cifras en el documento resaltan que se estima que en 2020, durante el tiempo de la cuarentena, 1.2 millones de guatemaltecos y guatemaltecas necesitaron ayuda alimentaria de urgencia. De igual manera, indica que a finales de mayor del año pasado se registraron más de 15 mil casos de desnutrición aguda infantil, número que supera el total de casos que se presentaron en 2019.
No cabe duda que el país no está brindando oportunidades de desarrollo y, en este contexto, sin considerar aspectos de violencia, corrupción, entre otros, genera condiciones para que la “opción” de los que no tienen “opción” y “futuro” en este país sea emigrar en condiciones inhumanas, arriesgando su vida, pero apostándole a sus sueños, que no pueden construir en un país que les está dando la espalda.
Los datos del informe muestran que, en comparación con otros países del triángulo norte de Centroamérica, desde 2014 Guatemala era el país en el cual los ciudadanos reportaban los menores niveles de intención de ir a vivir o trabajar a otro país.
Esta tendencia no se ha detenido, sino que, al contrario, en los últimos años se ha acentuado y crecido. El país incrementó en 10 puntos el deseo de emigrar. Aunque este porcentaje es menor al que se reporta en Honduras, sobrepasa al porcentaje de los salvadoreños. Más de un tercio (36%) de los guatemaltecos dijeron tener intenciones de ir a vivir o a trabajar al extranjero en 2021.
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Lo preocupante es que las personas con más probabilidad de indicar que tienen intenciones de trabajar o vivir en otro país son las más jóvenes. Aquellas que están saliendo al mundo en búsqueda de trabajo, oportunidades y posibilidades para trabajar honestamente y construir sus sueños. No encuentran esperanza, oportunidades para construir sus sueños, y alcanzar niveles de bienestar dignos.
Estos preocupantes datos son señales que las autoridades deben tomar en cuenta para orientar las acciones públicas. Necesitamos construir una institucionalidad que promueva el desarrollo para mejorar la calidad de vida de todas las personas y que sea un factor que contribuya a la generación de oportunidades, acciones que deben articularse con el sector privado para generar más y mejores ofertas laborales. ¿Qué opina usted?