Desde hace algunos días, vengo sintiendo que quiero compartirle y desarrollar mis sentimientos e ideas de este nuevo escrito que titulé: “¿Estoy viviendo mi presente, con pensamiento presente?”. Hay tanto por aprender, tanto por contarle, tanto por transmitir de corazón para abrir conciencia a muchos de ese 90% de personas que se levanta cada día y que no tiene ni idea de qué hacer durante esas nuevas horas de vida que tiene al despertar por las mañanas, como lo expone la psiquiatra española Marian Rojas Estapé.
Como le he contado en otras ocasiones, cada vez que tengo una idea, sentimiento o pensamiento que se me repite es, definitivamente, porque algo bueno me quiere dictar mi intuición para que pueda transmitirlo. ¿Qué será? ¡Quién sabe! Pero ya empecé y, ahora, ya usted lo está sintiendo.
Todo pensamiento crea una emoción y esto hace que, lo que pase a nuestro rededor, sea de una u otra forma, y dependiendo del pensamiento que vaya teniendo, se vayan generando ciertas actividades y emociones por sentir. Pero, y si nos enfocamos en tomar conciencia todo el tiempo, en poner nuestros pensamientos en presente, en vez de dejar que la mente vuele y vuele, como dicen, teniendo pajaritos en el aire, nuestra vida podría tener otro enfoque, ¿o no?
Lo que quiero transmitir y recalcar es lo importante que es mantenernos viviendo y sintiendo el aquí y el ahora, es decir, en el presente. Es cierto, hay que tomarse el tiempo para organizar y planear lo pendiente, el quehacer en los días o meses que vienen, pero eso no quiere decir mantenerse en el pasado, que ya pasó, o soñando en un futuro en el que quién sabe si estaremos vivos. Lo importante es la actitud de “ahorita”, el estado de ánimo con que elijamos vivir cada momento y seguir adelante.
Dependiendo de qué elija sentir, por ejemplo, si tiene una cita con alguien, y llega con preocupaciones o triste por alguna razón, por más que quiera, no la pasará bien, pues sus pensamientos estarán enfocados en situarla en otro lugar y la tendrá bloqueada con los pensamientos que tiene en ese momento. Por eso, bien dicen que “si no controlas tus pensamientos, tus pensamientos te controlan a ti”. Pero, si se enfoca y toma conciencia de limpiar lo que está pensando y cambia sus pensamientos a algún momento alegre o simplemente a estar bien y abierta a lo que venga, ¿cómo cree que la pasará?
El enfoque que se le da a lo que hay que hacer es importantísimo. Si solo hago las cosas por hacerlas, sin tener claro qué quiero realizar, el tiempo se pasará y al final, ¿qué habré hecho? Quién sabe. Por eso, al menos a mí, me funciona muchísimo apuntar en mi agenda qué quiero hacer cada día y me pongo metas por realizar durante el mes que, obviamente, reviso a principio del mes siguiente para saber si cumplí con lo que yo misma me propuse llevar a cabo.
Estuve fuera de mi día a día administrativo durante varias semanas y me atrasé en algunas cosas, aunque todo lo llevaba al día en mi compu. Me refiero a archivar papeles, a ordenar algunas ideas y ejecutarlas, a preparar papelería para unas reuniones que vienen, en fin, me he sentido tan en el presente haciendo esto, que, aunque cansa físicamente a veces, también me da mucha satisfacción sentir el tiempo que se me cuadra con cómo ejecuto cada objetivo. Así que insisto en anotar lo que hay que hacer y revisar día a día lo que se cumplió y lo que falta por cumplir, eso sí, viviendo y sintiendo con un sentimiento de alegría interno en el presente.