Tanto en Sri Lanka como en Holanda se quieren implementar políticas globalistas que afectan al campo; impuestos contra la producción agrícola y la locura de querer quitarle los fertilizantes a las cosechas para estas rindan menos. “No es cierto que los fertilizantes le hacen daño al medio ambiente. No es cierto que el gas metano del ganado afecta el cambio climático.
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