Opinión

"La Feria de Agosto, Feria de La Asuncion"

"Es una belleza de alegría y colores la feria de la capital, mil olores, mil platos típicos, mil dulces y juegos".

Fui a la Feria de la Virgen de la Asunción, la Feria de Jocotenango, en la vieja avenida Simeón Cañas de la zona 2 de esta Nueva Guatemala de la Asunción.

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Las alegres ferias chapinas de nuestros pueblos. Y en ese paseo, mi hijo Salvatore, pudo conocer el Mapa en Relieve de Guatemala del gran ingeniero militar el coronel Francisco Vela que creó con dicha un monumento geográfico para cientos de miles y miles de estudiantes de todo el país y otra fuente mas de orgullo nacional.

En esas ferias: la feria del 15 de Agosto de la Virgen, la Feria del 15 de Septiembre de Quetzaltenango o la Feria del Señor de Esquipulas en enero, verdaderas fiestas de nacionalidad guatemalteca, se pasea, se juega, se comparte con vecinos, se ven los miles de miles de colores de Guatemala, se construye comunidad, urbanidad, civismo y pertenencia a nuestra cultura.

Mi hijo pequeño de ya casi doce años, se maravilló con el Mapa en Relieve, jugamos al tiro al blanco, nos comimos unos churros con azúcar y paseamos por el parque Minerva de la zona 2.

Comer unos buñuelos recién hechos con miel de anís y canela, los elotes locos, las tortillas con carne asada, los algodones de azúcar, esos son recuerdos felices de mi niñez, cuando con mi abuela, Mama Mery, y mi nana, la Alicia, íbamos a la feria de Esquipulitas en Mariscal, en la zona 11 de la ciudad capital. Son tan hermosos recuerdos de esas ferias que son como el corazón de los barrios y pueblos de todo el país. Herencia de cristianismo, devoción, alegrías, juegos y miles de puestos de comercio popular, de juguetes típicos como ronrones o capiruchos o de dulces típicos deliciosos como los alborotos, o las conservas de coco o los dulces de tamarindo y las canillitas de leche.

Es una belleza de alegría y colores la feria de la capital, mil olores, mil platos típicos, mil dulces y juegos: la Rueda de Chicago, loterías cantadas por sus voceadores, una cascada de alegría y felicidad de lo más sencilla y de la más honesta, las fiestas del pueblo, donde el comercio popular, al algarabía, el bullicio de los miles de visitantes y la felicidad se unen a la devoción por Nuestra Señora de la Asunción, Virgen Gloriosa y Bendita.

Dios Nuestro Señor y María Santísima salven a Guatemala de todo mal de todo peligro y de toda tentación, como decía mi abuela, Mama Julia.

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