Alwin Wils, un hombre de 45 años residente en Países Bajos, quiso comprobar si era cierto que los huevos que se venden al consumidor no están fertilizados, así que hizo un experimento: ¿Puede nacer un ave de un huevo comprado en un supermercado?
Esto descubrió.
El pasado 15 de enero, Wils se dirigió a un almacén local y compró un paquete con 12 huevos de codorniz. Se dirigió a su casa y los colocó a una temperatura de 37 grados para crear una especie de incubadora.
Y lo impensable pasó. El 3 de febrero, uno de los huevos comenzó a presentar una inusual actividad y al otro día pasó lo siguiente:
Así es, el buen Alwin logró rescatar a esta pequeña codorniz, a la cual bautizó con el nombre de “Albert”.
La tenaz cría ahora vive muy feliz junto a su dueño y hasta tiene su propio canal de YouTube, donde Wils va documentando su crecimiento. Para muestra, este video en el que nos comparte el primer vuelo de “Albert”.
Sin duda, una prueba más de las maravillas de la naturaleza. ¡Le deseamos una larga vida a Alwin y a “Albert”!
¿Qué te pareció el experimento? ¿Esperabas que algo así sucediera?