Según estudios realizados por Pedigree y el Centro Waltham (autoridad mundial y líder en el cuidado y nutrición de perros y gatos), las mascotas traen importantes beneficios sociales, emocionales y de salud para la vida de los más pequeños del hogar.
¿Quién iba a imaginarse que una mascota podría ayudar a combatir el estrés, generar estilos de vida saludables, desarrollar el lenguaje y ayudar en la reducción de alergias?
“Los estudios demuestran que los animales pueden actuar como ‘amortiguadores de estrés’, por ejemplo, pueden relajar la angustia relacionada con la ansiedad provocada por distintas experiencias, reducir la percepción del dolor físico y emocional. Tener un perro, particularmente, podría promover estilos de vida más saludables y activos”, afirmó Viviana Gutiérrez, directora de Pedigree Adóptame, en Colombia.
Son miembros de la familia
Dados los cambios en las estadísticas demográficas, incluyendo las tasas de divorcio y la reducción en el tamaño de las familias, las mascotas están adquiriendo una mayor importancia en el desarrollo social y emocional dentro de ellas.
Uno de los estudios reveló que 75% de los niños participantes, entre 10 y 14 años, buscaban la compañía de sus mascotas cuando estaban tristes. Además, cuando en un estudio se les preguntó sobre las mascotas –tanto los niños como los padres– las describieron como “miembros de la familia”, mientras que los niños, por lo general, se refieren a ellos como a sus “mejores amigos”.
Las relaciones estrechas con perros también han sido relacionadas con el desarrollo de la empatía y un comportamiento más positivo entre los niños.
Reduce el estrés
La capacidad de reducir la angustia puede tener efectos inmediatos y positivos en la frecuencia cardíaca y en la presión sanguínea de los niños e, incluso, de los adultos. La capacidad de un animal de acompañar socialmente sin juzgar ha sido una de las explicaciones para el efecto tranquilizador de la presencia de un animal.
Estilos de vida saludables
La inactividad física en la niñez y la obesidad están convirtiéndose cada vez más en un asunto de salud pública en el mundo. Un tercio de los niños en países desarrollados tienen sobrepeso y obesidad.
Además, el estigma social que puede conllevar el sobrepeso, pone a los niños en mayor riesgo de desarrollar problemas de salud.
“Las mascotas, y los perros en particular, pueden ayudar a promover la actividad física simplemente con su necesidad de hacer ejercicio o sus deseos de jugar”, concluyó Gutiérrez.