¿Quién se negaría la oportunidad de realizar un viaje mágico por una de las selvas más hermosas del mundo? Guatemala cuenta con un gran potencial de turismo y de paisajes hermosos que atraen la visita de miles de locales y extranjeros cada año. Uno de ellos es El Mirador-Río Azul.
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Publinews recibió una invitación muy especial de parte del Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) para viajar a Petén y ser parte de uno de los tours más emblemáticos y especiales de este departamento.
El circuito “Carmelita – El Mirador – Nakbé” se encuentra ubicado en el norte de la Reserva de la Biósfera Maya, considerada uno de los pulmones del planeta.
Muchos se preguntarán ¿qué tiene esto de maravilloso o especial? La razón por la que este tour de trekking se ha popularizado es porque le brinda, a quien lo realice, la oportunidad de adentrarse en la naturaleza, vivir una aventura extrema y al mismo tiempo, conocer más acerca de la cultura maya preclásica.
Además, se puede disfrutar de amaneceres y atardeceres únicos en las partes más altas de diferentes pirámides que se encuentran en el recorrido. Caminar junto a edificaciones históricas (algunos montículos que no han sido descubiertos) e incluso justo al centro de una cancha de juego de pelota maya.
El recorrido
La expedición dura alrededor de 5 días y 4 noches a través de la selva tropical húmeda del país. Son caminatas diarias de 6 a 8 horas con paradas para descansar y comer.
El recorrido empieza en Flores, Petén. Un departamento pintoresco que te recibe con los brazos abiertos. La aventura inicia desde este punto ya que en Carmelita comienza la caminata de más de 40 kilómetros que los llevarán al Mirador.
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En Carmelita se encuentra una comisión de turismo comunitario integrada por guías, asistentes turísticos, arrieros, cocineras y prestadores de servicios varios, quienes con sus atenciones y cuidados harán del viaje una experiencia segura e inolvidable.
Así, desde el primer día comienza una aventura extrema en la que los visitantes se exponen a condiciones que rompen con cualquier esquema de la rutina en la ciudad. Caminatas donde los únicos acompañantes es la respiración, el viento en la copa de los árboles y los peculiares sonidos de animales.
Pasar las noches en carpa y despertar con el sonido, que puede llegar a ser escalofriante, de los monos aulladores. Levantarse a tempranas horas del día para desayunar ricos alimentos preparados por las cocineras de Carmelita y emprender un viaje agotante, pero con una increíble recompensa.
Un tour que brinda la oportunidad de visitar antiguos y monumentales sitios arqueológicos que narran los orígenes de nuestra civilización maya. Además de conocer pequeños asentamientos y esplendorosas ciudades del preclásico.
La biodiversidad es una de las razones más importantes por las que vale la pena realizar un viaje a El Mirador. La experiencia se enriquece por el contacto directo con la naturaleza y las características geográficas de la región permiten gozar de privilegios inigualables.
La vegetación puede alcanzar hasta 35 metros de altura. Se encuentran especies como la Ceiba, Caoba, Ramón, Chicozapote, Cedrillo, Pimienta Gorda y más. En el área del circuito se han registrado más de 250 especies de aves, 56 especies de reptiles y anfibios, 16 especies de peces y al menos 792 especies de vertebrados.
Al caminar en la selva se tiene la oportunidad de observar venados, monos aulladores, monos araña, pavos, tucanes y más. En el área destaca la presencia de jaguares, tapires, armadillos y otros animales.
Durante el recorrido se puede conocer el sitio arqueológico La Florida, El Tintal, El Mirador y Nakbe. En ellos destacan los templos y pirámides del Tigre, La Danta y la Gran Acrópolis.
En el Mirador se construyeron al menos 35 conjuntos triádicos, complejos de conmemoración astronómica, canchas para el juego de pelota y edificios tipo palacio.
También se encuentra el Panel de los Nadadores. Este sitio encierra el mito que podría tratarse de los héroes gemelos del Popol Vuh, quienes nadan luego de vengar la muerte de sus padres en el inframundo.
Uno de los beneficios más grandes de realizar el recorrido es culminarlo en la parte más alta de la Danta. Es la edificación mas grande construida en toda el Área Maya durante el preclásico tardío. Esta conectada a la ciudad por una calzada de 600 metros de lardo. Los grandes basamentos del complejo cubren un área de 300 metros de largo y 280 metros de ancho con 22 metros de altura. La Danta alcanza una altura de 77 metros desde la base del complejo.
Un lugar que cuenta una historia en cada parte de su extensión. La maravilla de conocer más sobre la cultura maya y poder observar en vivo las edificaciones que aún dejan apreciar el esplendor de su época.
El tour culmina con una mayor emoción con la que se inició. El regreso es agotador, pero regala los últimos atardeceres en este lugar mágico. Para cualquier visitante, el fin del recorrido presenta un conjunto de emociones encontradas y el deseo de regresar.
Historia
Los primeros habitantes establecieron los primeros asentamientos alrededor del año 1450 a.C. En Nakbe los Mayas ya construían plataformas, pirámides y edificios cerca del año 800 a.C., es decir, 800 años antes de que se construyera el Gran Jaguar en Tikal.
El Mirador se convirtió en el centro político más importante en el Preclásico Tardío, controlando sitios como Nakbe, El Tintal, Wakna, Xulnal y Calakmul.
Alrededor del año 150 d.C la población de la zona disminuyó y ocasionó el abandono de las grandes ciudades.
¿Qué esperas?
Se agradece la invitación de INGUAT y el patrocinio de ACOFOP, la comunidad de Carmelita (por medio de la Comisión de Turismo), IDAEH, CONAP y Helicópteros de Guatemala.
Para más información sobre el tour puedes visitar la página www.turismocooperativacarmelita.com
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