Este 20 de octubre se celebra nuevamente el Día internacional del chef, una celebración que tuvo su inicio en el 2004 gracias a la propuesta de la Asociación Mundial Culinaria “WACS” (World Association of Chefs Societies) y en la que se rinde un reconocimiento a los profesionales del arte culinario.
En Guatemala, esta profesión siempre ha contado con grandes exponentes de la cocina que han logrado la creación de platillos inigualables tanto con ingredientes nacionales como extranjeros y que han destacado incluso en otros países.
Publinews conversó con la chef Joselin López quien contestó algunas interrogantes.
¿Es difícil abrirse campo como chef en Guatemala?
Sí, es difícil. Hace diez años no existían tantas escuelas culinarias y no había mucha demanda por la carrera, también por el ramo que hablamos, la mayoría de trabajadores en ese entonces e inclusive aún son personas empíricas por ser una profesión muy mal pagada y maltratada en el medio.
Pero todo es un reto si es tu pasión y más que todo tu vocación. Ver a todos los cocineros y chefs en nuestro medio luchando día a día por dar alimentos al prójimo y hacerlo con tanta dedicación y empeño.
¿Es una profesión sacrificada?
Se sale temprano de casa pero regularmente no sabes a qué hora volverás. Abrirse campo ahora cuesta más ya que hay muchos cocineros graduados cada año. Pero lo que realmente es alagueño y por lo que merece la pena el sacrificio, es que la cultura gastronómica del país ha ido evolucionando. Muchas personas ahora están dispuestas a probar nuevos sabores, lo cual incrementa el crecimiento de la profesión y se creen nuevos restaurantes y abrir campo para más trabajo.
¿Cuál considera que es el tipo de cocina preferido de los guatemaltecos, según su experiencia?
En lo que respecta nuestra cultura, es muy tradicionalista. Amamos nuestros recados y la comida típica, aunque se ha ido perdiendo un poco la tradición.
Las nuevas generaciones prefieren la comida rápida y otros tipos de culturas gastronómicas que la propia. Sin embargo, las escuelas culinarias y con orientación en carreras técnicas se encargan de inculcar el amor a nuestras raíces ancestrales en la cultura gastronómica, con lo cual se insta y exhorta a los jóvenes a conocer nuestra cocina, amarla y darla a conocer a otros países.
El arte de la cocina cada vez se profesionaliza más en nuestro país y mucha gente se interesa en técnicas específicas solamente por aprender y ponerlo en práctica en su vida diaria, pero también para adentrarse en el mercado y ganarse la vida de esta forma.