Con más de diez años de trayectoria en el campo de la parapsicología, el guatemalteco Gilberto Soto, líder y fundador del grupo 'Guatespantos', es una de las personas con mayor conocimiento sobre el tema en el país.
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Junto a su equipo, ha llevado a cabo profundas investigaciones de corte paranormal en algunos de los lugares más tétricos de Guatemala, como el Paraninfo Universitario, el edificio de la Cruz Roja y la casa donde se grabó la película 'Exorcismo documentado', ubicada en la zona 10 capitalina, entre otras.
Gilberto conversó con Publinews sobre su experiencia y relató algunos de los sucesos más aterradores que ha tenido que vivir durante su labor como amante de lo sobrenatural.
Foto: Carlos Alfredo Ordoñez
"Yo era la persona más escéptica del mundo"
Al preguntarle cómo fue que inició su camino en el campo de lo paranormal, Gilberto reveló que no siempre fue una persona que creyera en ese tipo de cosas.
"Yo antes era la persona más escéptica del mundo, pero me pasó algo muy fuerte. A raíz de eso comencé a meterme y a investigar sobre el tema y fue entonces cuando formé \'Guatespantos\'".
Gilberto apunta que cambió su percepción sobre el tema sobrenatural a raíz del fallecimiento de una persona cercana a él.
"En los pueblos se vela en las casas. Al terminar el velorio, me dijeron que en el único cuarto donde me podía quedar a dormir era donde había muerto esa persona. Cuando uno no cree en esas cosas, no les tiene miedo, así que acepté. Me quité los zapatos, me acosté y al estar ya con las luces apagadas, me agarraron el pie. Al principio pensé que se trataba de una broma. Busqué una explicación lógica, pero no la encontré. Eso me cambió completamente el pensamiento. Ha sido una de mis experiencias más feas".
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"Nos dicen hasta nuestros nombres"
Soto explica que cuando ocurren muertes repentinas, especialmente por hechos violentos, el lugar donde fallecieron la o las personas queda muy cargado de energía, porque estas "no pueden pasar al otro lado".
"Se cree que hay energía residual, que es como una cinta magnética que está allí, y pasa y pasa. Cuando la gente nos dice que escucha ruidos a las 3 de la mañana, o que les mueven cosas a mitad de la noche, eso podría ser energía residual. Aparte están los espíritus (…) Cuando vamos a esos puntos donde hay energía residual, casi no pasa nada; lo más que puede pasar es que se escuchen pasos. Pero cuando vamos a casas donde supuestamente hay fantasmas, nos dicen hasta nuestros nombres. En una investigación que hice hace poco, pregunté cuál era el nombre de la entidad y me respondieron 'Lucifer'".
De acuerdo con Gilberto, una médium le contó en una ocasión que los fallecidos tienen hasta cuatro meses para arreglar sus asuntos en este plano y que por eso se quedan, pero necesitan de energía para hacerse notar.
"Muchas veces lo tocan a uno (los fantasmas) para robar energía y poderse materializar. A veces vamos a las investigaciones y las baterías se mueren; les roban la energía".
Imagen ilustrativa. Foto: Shutterstock
"No es como en las películas"
El experto resalta, sin embargo, que los sucesos que captan no son como lo que se ve en el cine. "La gente quisiera que al entrar a la casa, salieran volando las sillas, como en las películas, pero no es así. Son detalles bien pequeños (…) A la mayoría les gustan estos temas. Especialmente, por el morbo de qué es lo que vamos a encontrar. Vivimos en un mundo espiritual; vivimos en un país, lamentablemente, muy trágico".
Soto, además, recordó que es muy importante descartar todas las posibilidades antes de calificar un evento como algo sobrenatural. "Hay que separar un verdadero fenómeno paranormal de lo que es normal".
No obstante, recomendó no tomarse a la ligera este tipo de temas. "Hay que hacerlo con respeto y con mucho cuidado. Si están invocando algo, muy posiblemente van a tener algún resultado. Si no estás preparado para recibir una respuesta, te puede afectar mucho. Hay que tener mucho cuidado".
"El niño había muerto hacía cuatro años"
Gilberto también contó cómo fue su primera investigación, misma que llevó a cabo en una casa de la zona 3.
"Una de mis primeras investigaciones fue en una casa de la zona 3, muy humilde. Recorrimos todo los cuartos, pero no encontramos encontrado nada. De último, hallamos energía en un cuadro que tenía la foto de un niño, como de tres años. Bajamos el cuadro, lo pusimos en la cama y seguíamos sintiendo que tenía energía. Salimos de la habitación para revisar que no pasara un cable (que pudiera alterar los aparatos con los que el equipo mide la energía en el lugar), pero no había nada. Al salir, preguntamos de quién era esa alcoba y una muchacha, como de 25 años, nos dijo que era suya. Le contamos que había 'energía rara' en el cuadro y ella comenzó a llorar. Nos contó que el niño que aparecía en la foto era su hijo, quien había muerto hacía cuatro años".
"Se siente si es algo malo"
Al cuestionar a Soto sobre cómo hace el equipo para determinar si la entidad con la que están tratando es maligna, respondió que es muy fácil percibirlo.
"Se siente. En la mayoría de investigaciones, puede ser que haya muerto una persona y, si su espíritu se queda allí, posiblemente su espíritu sea bueno. Pero si vas a investigar a, por ejemplo, una cárcel, muy probablemente los espíritus sean malos (…) Hace poco fui a una investigación en la zona 1 y me aruñaron, pero por mi experiencia no creo que fuera nada malo. Los fantasmas a veces mueven o botan cosas porque quieren decirte algo, pero como no les ponemos atención y ellos están tan desesperados por dar la información, te aruñan o te empujan. No es que yo tenga un sexto sentido, pero se siente".
Sobre la casa donde se grabó \'Exorcismo documentado\'
"Le hemos preguntado a varios expertos en historia guatemalteca y nadie sabe nada. Yo nunca me he topado con un demonio, pero en esa casa sí hay algo malo porque, en primer lugar, a todos nos dolió la cabeza. Además, al final de la investigación, estábamos como peleando entre nosotros. Otra cosa es que a un miembro de mi equipo lo estaban ahorcando".
"Vi una cara blanca"
Gilberto también reveló cuáles han sido la tres investigaciones más fuertes que ha realizado su equipo: La casa donde se grabó 'Exorcismo documentado', en la zona 10; la Cruz Roja, en la zona 1, y el Paraninfo Universitario, también en la zona 1.
"La primera, la casa de la zona 10, porque nos afectó después de que salimos. La segunda, la Cruz Roja, en la zona 1. Yo ya tenía como tres o cuatro años de estar investigando y nunca había visto un fantasma; había visto sombras, pero nunca había visto un fantasma así como los que cuenta la gente. Era de noche, estábamos completamente a oscuras y el 'spirit box' (aparato parecido a un radio que capta diversas frecuencias) comenzó a marcar algo. Entonces vi una cara blanca. Era como una especie de mimo. Me impacté tanto que le dije a mi equipo que saliéramos. Cuando íbamos saliendo, el 'spirit box' nos dijo, con voz de mujer: '¡Salgan, salgan!'".
Soto relata que otra persona que los acompañó en la investigación salió llorando del lugar, pero quedó aún más sorprendido cuando este sujeto le contó que había visto el mismo rostro.
"El tercero es el Paraninfo Universitario; es un lugar muy cargado".
"En las zonas 1 y 5 es donde más espantan"
Al preguntarle a Gilberto en qué lugar de la ciudad es donde se registra mayor actividad paranormal, este respondió que es en las zonas 1 y 5.
"En zona 1, por muchas situaciones trágicas que han pasado allí en el pasado (…) En la zona 5 hay colonias muy viejas; hemos tenido varias experiencias".
El investigador recordó el caso de una vivienda ubicada en la zona 5 capitalina, donde, según los inquilinos, las cosas se incendiaban de forma espontánea.
"Pasé como 15 días en esa casa. Los dueños tenían como dos meses de dormir afuera de sus cuartos porque las cosas agarraban fuego. Los bomberos nos contaron que apagaron un sillón. Lo sacaron de la casa; iba mojado y aún así se prendió de nuevo".
"Es mi pasión"
Gilberto Soto recuerda que su trabajo como investigador paranormal no es simplemente un pasatiempo, pues es su pasión, y asegura que, aunque al principio sí sentía miedo de algunas cosas, con el pasar de los años ha superado sus temores.
"Al principio sí me daba miedo, tal vez porque no conocía tanto del tema, pero ya no (…) Entre más encuentra uno, más quiere saber".
Foto: Carlos Alfredo Ordoñez
Por último, el experto expresó su opinión sobre las personas que no creen en este tipo de fenómenos y afirmó que las respeta.
"Yo las respeto. Como dije antes, yo era la persona más escéptica del mundo; hasta que me pasó algo me volví completamente creyente. Por eso respeto también la ideología de todos. Si ellos son escépticos, más de algo ya les va a pasar", comentó entre risas.