La visita del papa Francisco a Colombia se distingue por tener el sello propio del país que lo hospedará en una de las cosas en la que este es más rico: su diseño y su artesanía.
De esta manera, las vestimentas litúrgicas que el pontífice usará en cada una de las misas que oficiará en Colombia, han sido elaboradas en un trabajo conjunto que muestra la riqueza artesanal del país cafetero, su diversidad y la experticia de dos importantes personajes de la moda colombiana e internacional.
Así, la periodista experta en moda, Pilar Castaño, y la afamada diseñadora de joyas y accesorios, Mercedes Salazar, se encargaron de traducir en piezas exquisitamente elaboradas (y asimismo cargadas de simbología) los conceptos de identidad del país en las casullas, mitras, estolas y otros elementos que conforman las vestimentas usadas por el papa en los oficios religiosos a través de diversas técnicas ancestrales.
Metro habló con Salazar sobre el proceso llevado a cabo para crear las prendas.
¿Cuáles fueron los conceptos y los significados al plasmar a Colombia en los vestidos del papa?
Al tomar como punto de partida Colombia primero nos enfocamos en los bordados Katmëtsá de Putumayo (comunidad indígena del suroccidente colombiano) que hacen en los telares . Llevo trabajando con estos diseños hace muchos años y esto es muy importante, ya que su significado refleja el ojo de Dios que orienta y el camino de la vida para los indígenas y eso es muy bonito. Pensé que cuadraba perfecto con la visita del papa, ya que lo que se está buscando es que esta visita sea parte fundamental de los colombianos en Cristo. Uní un poco estos dos conceptos en todas las vestimentas.
¿Cómo fue el tema de las casullas que usará el papa en sus oficios religiosos? ¿Qué otras técnicas se usaron?
Tuve que hacer cuatro casullas diferentes para homenajear las diversas regiones del país. Para eso escogí a las bordadoras de Cartago (municipio especialista en técnicas de bordado, en el departamento del Valle del Cauca), que son increíbles en su técnica. Ellas hicieron el bordado de la Virgen de Chiquinquirá, ya que es un ícono fundamental en la vida religiosa de los colombianos.
También, con ellas, dibujé un árbol de la vida, que es un tronco verde, en el que se homenajea la riqueza de la fauna y flora de Colombia. Puse animales, flores, frutas. Para crearlo se necesitaron cuatro mujeres bordadoras durante dos meses para hacer una cosa bien trabajada a mano.
Luego me fuí a la Guajira a la ranchería Makú (de la comunidad wayuú, población indígena al norte de Colombia). Allí creamos otra pieza con una maestra artesana llamada Iris Aguilar, que lleva trabajando muchos años en esto una casulla que recrea la parte de arriba de su producto más tradicional, la mochila. Esto, claro, no lo hicimos literal sino en un producto bien armado y algo muy bien hecho.
Ahora, con los indígenas del Putumayo también diseñamos con chaquiras (mostacillas) unos ojos de Dios en rojo y estos tienen una cruz. Cada pieza tiene elementos de la religión católica. Hicimos otra casulla con la bordadora Fanny Paredes, que es increíble. En esta recreamos toda la riqueza del departamento de Cundinamarca, los animales, las abejas, el agua, etc. y en estos diseños se refleja un árbol de la vida.
¿En qué se diferencia Colombia a la hora de diseñar estas vestimentas litúrgicas para el papa?
Otros países también han homenajeado al papa con su técnica artesanal, pero lo que nos diferencia a nosotros es nuestra riqueza en técnicas. Lo que hicimos nosotros es hacer los diseños muy ricos. Homenajeamos la diversidad de nuestro país, artesanalmente hablando.
DATOS
- -El taller de ornamentos Taolit y las Hermanas Hijas de la Iglesia también colaboraron en este proceso.
- -Se elaboraron albas, casullas, mitras y estolas, tanto de uso externo como interno.
- -Los báculos del Santo Padre son elaborados por artesanos de la Federación de Cafeteros.
- -Se elaboraron 250 albas, túnicas blancas y 250 mitras que usarán los obispos en el taller de Regina Vanegas y la comunidad del as hermanas Hijas de la Iglesia, de la Capilla del Sagrario de Bogotá.
Número: Las piezas, aparte de las usadas por el papa Francisco, están destinadas para 300 obispos y 4500 presbíteros.