Ismael Cala, cubano nacionalizado canadiense, llegó a lo más alto que el periodismo en el mundo hispano podía ofrecer. En su programa “Cala” llegó a entrevistar a expresidentes, políticos, deportistas y artistas. Fue conductor en cadenas como “Univisión”, y en “CNN” llegó a informar sobre la ejecución de Sadam Husein y el huracán “Frances” en 2004. Pero las numerosas distinciones y los premios no fueron suficientes para alguien que tuvo que sufrir mucho en su juventud por una historia familiar difícil y que comenzó a redescubrirse.
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Esto lo llevó a compartir sus enseñanzas y a publicar libros como “El poder de escuchar” (2013), “El secreto del bambú” (2015) y actualmente “Despierta con Cala” (2017), donde resume todas las enseñanzas de autoayuda, motivación y crecimiento que han definido su aprendizaje. Publinews Internacional habló con él, quien contó su historia de superación, sobre si el “ser feliz” es algo posible y también el tener otra actitud ante la vida.
Ahora mismo estás en una gira por América. Quisiera saber en qué se basan tus enseñanzas. ¿Qué te llevó a darte cuenta de que podías enseñar y darle a la gente un punto para reflexionar sobre su vida?
Esta es una gira para despertar la conciencia. Los seres humanos nos estamos dando cuenta de que la época en la que vivimos, a pesar de ser la más abundante, en la que tenemos acceso a la tecnología y la vida es más fácil, igual hay muchos actos de violencia, corrupción y hay calentamiento global. Hay un mundo en caos. Y estos problemas parten de tres raíces que muchos cultivamos: El egoísmo, donde solo pienso en mí mismo y en qué gano por encima del bien común. También la avaricia, pues nada es suficiente; y la apatía, donde vemos que la gente no cree en el cambio, en la posibilidad, en la esperanza. Esas tres cosas me inspiraron a escribir el libro “Despierta con Cala” y luego, inspirado en el libro, “La arquitectura del ser”, que muestra por lo que pasamos en todas las etapas de nuestras vidas, hasta llegar a donde deberíamos: La plenitud, la dicha, el gozo y el privilegio de estar vivos y creer en nuestro potencial infinito. Y esto pasa cuando nos despertamos y vemos que nuestras creencias son prestadas por nuestros ancestros.
En tu caso, ¿cómo te diste cuenta de que necesitabas un cambio, y cómo lo lograste?
El cambio ha sido gradual, esto no ha ocurrido de la noche a la mañana. Desde mis 15 años he tenido una herencia que me hizo perder muchos años, haciéndome creer la historia de que yo era una víctima. Heredé una neuroquímica delicada en el cerebro, porque en mi familia hay temas de esquizofrenia que hicieron que muchos de mis familiares se suicidaran. Yo, por mi parte, tuve una autoestima frágil, delirio de persecución, pesadillas, ataques de pánico y tuve que someterme a tratamientos psiquiátricos.
Un día, decidí tomar las riendas de mi vida y vi que todo eso era historia antigua, que no podía seguir repitiendo esto. Todos los días comencé a pensar en que debía tomar el control de mi mente y que tenía que hacer algo por mi higiene mental, así como por mi vida espiritual. Lo hice intuitivamente. No tenía ni siquiera las herramientas que he estudiado en los 15 últimos años de mi vida. Los últimos 18 años han sido de total aprendizaje académico. Nunca hubo un único momento de despertar, de hecho, hay varios y esto nunca acaba.
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¿Qué le aconsejarías a quien quiere cambiar su vida?
Darse cuenta de que vivimos en un proceso de educación que nos fue dado con la mejor de las intenciones por parte de nuestros padres, familia, escuela, etc., pero que aun con eso, tiene limitaciones. Cuando te das cuenta del potencial y de esto, puedes asumir que esta educación nos puede ayudar en nuestras carencias.
Ahora, todos los seres humanos somos extraordinarios, pero hay que creérselo: Hay que despertar ese potencial de crecimiento más que en entretenimiento y en distracción, y créeme que hacemos la diferencia.
En un mundo lleno de gurús, ¿crees que has cambiado la vida de la gente?
Me siento sobrecogido, nunca he pensado en ser un gurú ni un maestro. Soy un muy buen estudiante, me encanta aprender y desaprendo lo que no me sirve. Me veo como un coach que hace reflexiones colectivas, que hace algún tipo de intervención de vida incluso con adolescentes. Un chico de Buenos Aires de 14 años me dijo que le cambié la vida. Me pregunté qué pude haber hecho para que me dijera eso, no me lo creía. Su madre me confirmó la historia: Desde hace tres años me venía siguiendo y me dijo que su hijo era otro. Que era más calmado, con más momentos de gratitud. Esto me hizo llorar de la emoción. Lo que uno cree que son pequeñas cosas a veces son semillas de grandeza y de transformación en la vida de otra persona.
¿Por qué la felicidad y la espiritualidad son temas tan difíciles para muchos?
La espiritualidad es un tema que quieras tú o no -y es lo que mucha gente no entiende- está dentro de tu vida. No es algo que solo les toca a algunos por don divino y a otros no. Es nuestra vida misma, porque somos seres espirituales, somos personas que si bien tenemos un cuerpo físico, más importante que eso es la energía que cultivamos para el mismo. Eso es espiritualidad, no es una religión. La religión es una escuela más organizada de pensamiento y un dogma institucionalizado por el ser humano, tú le das cauce por medio de la fe. Ahora, la espiritualidad es confiar en tu ser, en tu persona holística, tienes un punto energético importante y este determina tus estados de ánimo. Cuando te concentras en una cosa, tu energía fluye y lo que estás pensando se manifiesta en tu vida. Por eso hay tanta gente pesimista: Dicen que tienen un mal día pero no piensan en la serie de cosas que decretaron esto. Ahora, si dices que vas a lograr algo, no importa cómo, la energía fluye. Esto ha pasado cuando los pacientes se recuperan en las cosas que oímos como milagros, pero en realidad son parte de lo que los seres humanos pueden hacer.
¿Un consejo para estar bien, y tener aunque sea un poquito de felicidad?
De las 24 horas del día, al menos media hora debes dedicarla a preparar tu día. Cada jornada es una maqueta de lo que quieres lograr, de tu vida y de tu conjunto.
* Con información de Luz Lancheros.