Son varios los estudios que se han realizado sobre las prendas para detectar la presencia de bacterias en la ropa, ¡y sorpresa! Es un hecho que los tejidos son susceptibles a contaminarse de esos microorganismos que pueden pasarse de mano a mano, entre otras prácticas muy cotidianas.
Los microorganismos que han sido encontrados en los tejidos de las prendas de vestir, con mayor incidencia, son: Enterococcus hirae, Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa,Staphylococcus aureus y Salmonella choleraesuis.
Estos pueden ser los causantes de diversas enfermedades como: salmonelosis, infecciones respiratorias o gastrointestinales, sepsis, intoxicaciones, infecciones en la piel, diarrea, entre otras.
¿Con lupa en mano?
Su microscópico tamaño las hace invisibles al ojo humano; sin embargo, su presencia en nuestras prendas es real y debes estar consciente de ello para evitar afecciones comunes.
Imagina que una persona con una infección intestinal se prueba una prenda y ya no la adquiere. Esta pudo quedar contaminada y proliferar la bacteria hasta que llegue al cuerpo del comprador final.
Según los expertos, para que las bacterias se desarrollen y proliferen se requieren dos factores: humedad y oscuridad. Esto hace que puedan tomar como una presa común a la ropa de nuestro armario o de cualquier otro perchero.
¡Toma nota!
Existen muchísimas ocasiones cotidianas que hace que la vestimenta se exponga a bacterias que pueden afectar la salud, y que generalmente se pasamos por alto:
- Contacto con ropa nueva
- Ropa secada en sombra
- Vestimentas que haya tenido contacto con mascotas u otros animales.
- Ropa almacenada en el closet por mucho tiempo
- Al contacto con el sudor humano, (generalmente al hacer ejercicio)
- La expuesta a lugares contaminados (hospitales, gimnasios, exteriores)
- Cualquier otra situación en que la ropa sea expuesta a la humedad y oscuridad (como un clóset contaminado por hongos -moho-)
Protege tu salud
Los expertos han realizado varias recomendaciones para evitar los riesgos de una prenda contaminada.
- Evita el contacto directo con ropa nueva: si vas a salir de compras, porta una prenda debajo para evitar el contacto directo con tu piel.
- No uses la ropa nueva sin antes lavarla: previo al primer uso, lava tu nuevo outfit.
- Desinfecta tus prendas: utiliza un desinfectante para el lavado de la ropa.