Popularmente, se considera al tercer lunes de enero como "el día más triste del año", que en Estados Unidos y otros países se conoce como "Blue Monday" ("Lunes Triste").
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Aunque no existe evidencia científica que respalde que, en efecto, en dicha fecha se experimente un día más deprimente respecto al resto, muchas personas creen en el"Blue Monday" y en sus efectos sobre el ánimo colectivo.
Algunos lo atribuyen al golpe que supone difuminar el ambiente festivo de las celebraciones decembrinas y volver a la rutina; han terminado las vacaciones; temas como el sobrepeso y las deudas vuelven a estar a la orden del día y se regresa de lleno a la cotidianidad.
Sin embargo, expertos aseguran que el denominado "Lunes Triste" en realidad no existe, e incluso advierten que se trata de una trampa publicitaria.
¿Cómo surgió?
Según recoge el portal Infobae, el "Blue Monday" surgió en 2005, como parte de una campaña publicitaria de la empresa Sky Travel, en un intento por aumentar sus ventas.
La compañía echó mano de una ecuación matemática desarrollada por Cliff Arnall, investigador inglés, que apuntaba al tercer lunes de enero como "el día más triste".
La fórmula consideraba parámetros como el clima (frío), las motivaciones de cambio y las deudas adquiridas por las fiestas de fin de año.
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Sin embargo, el propio Arnall ha reconocido que la idea de un "día más triste" debe refutarse, y recomienda usar la fecha como una manera de destacar lo importante de la vida.
Para Ricardo Trujillo, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), decir que un día en específico es "el más triste del año" es seudociencia, pues el estado de ánimo de las personas no se construye de eventos únicos y matemáticas.
"Así como antes la humanidad estaba atenta a fenómenos naturales como indicadores de sucesos futuros, hoy estamos al tanto de la publicidad y la información mediática como una forma de lidiar con nuestra realidad y buscar cierto control sobre ella; esto ayuda a construir la figura del Blue Monday", apunta, citado por Infobae.
Según Trujillo, una de las razones por las que este concepto ha adquirido cierta popularidad es la necesidad de información actual, inmediata y superficial (sin interés por profundizar en ella), como una forma de controlar la realidad y el entorno.
"El propósito es establecer un proceso de negociación con la realidad y el futuro, sentir que se tiene un poco de control sobre las propias circunstancias", indica.
¿Cómo combatir el desánimo?
Sin embargo, pese a la falta de evidencia científica que avale la existencia de un "día más triste", muchos no pueden evitar sentirse decaídos en cada tercer lunes de enero, por lo que expertos recomiendan, como el primer paso para combatir, el desánimo, el ejercicio.
La actividad física puede ayuda a lidiar contra la ansiedad y la depresión, además de subir el estado de ánimo.
También puede ayudar dormir las horas necesarias y reponer energías, así como elaborar una lista de pendientes que permita organizar prioridades y disminuir el estrés.