En los últimos meses las tensiones han incrementado. Sin embargo, uno de los dolores más comunes en las personas que hacen home office es el dolor de espalda. Usualmente desaparece adoptando las medidas adecuadas o con tratamientos específicos. Pero, si no lo atiendes pronto puede afectarte en la comodidad para trabajar e incluso durante todo el día.
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De acuerdo con el UT Southwestern Medical Center, aproximadamente el 80% de los adultos experimentará dolor de espalda en su vida. Por eso, es importante identificar la gravedad de los síntomas. Además, realizar un seguimiento de la duración del dolor.
A continuación, te compartimos los factores de riesgo por los que el dolor de espalda te puede afectar.
El envejecimiento:
El desgaste de la columna vertebral puede provocar afecciones que producen dolor de cuello y espalda. Usualmente comienza a manifestarse a partir de los 30 o 40 años y agravarse a los 60, cuando se presenta la osteoartritis.
La genética:
Puede ser una razón para los trastornos de la columna, especialmente en casos de degenerativa del disco.
Las condiciones laborales:
Se convierten en un factor de riesgo, especialmente cuando se trata de trabajos que requiera flexiones y levantamientos repetitivos. Los trabajos que requieren largas horas de pie sin descanso o sentarse en una silla que no soporta bien la espalda también pueden volverte más propensa a sufrir lesiones.
Sedentarismo
Llevar un estilo de vida sedentario también influye en el dolor de espalda, al igual que el sobrepeso y el embarazo. Esto es porque aumenta el estrés en la espalda baja, así como en otras articulaciones como las rodillas.
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¿Cuándo es peligroso el dolor de espalda?
Si comienzas a sentir debilidad repentina en las piernas puede ser a causa de nervios comprimidos en la columna, provocados a su vez por problemas en la ciática o la estenosis espinal lo cual requiere de terapia. Sin embargo, esta debilidad repentina también podría indicar un derrame cerebral.
La incontinencia es otro síntoma importante. El dolor de espalda junto con la incapacidad para controlar los intestinos o la vejiga puede ser un signo de compresión nerviosa grave o una infección de la columna, como discitis o meningitis.
Otra situación que requiere de atención inmediata es el entumecimiento o pinchazón en la ingle o los glúteo. Esto se conoce como anestesia en silla de montar y también es un signo de una afección grave de nervios o columna.
¡ATENCIÓN!
Aún cuando se trate de un dolor leve y sea “común”, no dejes de consultar con el médico para que le dé el seguimiento adecuado y no empeore. Así mismo, si presentas los síntomas anteriores, no esperes a ver de qué se trata por tu cuenta, busca ayuda inmediata.
*Con información de Nueva Mujer.