Nunca es tarde para aprender, dice el refrán. Vivian Cunningham es una mujer de 78 años que acaba de graduarse en la Universidad de Samford, Alabama, Estados Unidos.
La jubilada, madre de dos, abuela de tres y bisabuela de otros tres subió al estrado a recoger su título de licenciada en estudios liberales, con toga y birrete, bastante emocionada.
“Si hubiera podido hacer volteretas por el escenario, lo habría hecho”, confesó Vivian a Today sobre el día en que recibió su diploma. Y es que pasó seis años trabajando duro para poder cumplir su sueño de ser una profesional, algo nada fácil para una mujer jubilada, con dos hijos, tres nietos y tres bisnietos.
El día de la graduación, vistiendo una larga túnica azul, el clásico birrete y una mascarilla de color rojo, Vivian vivió uno de los momentos más importantes y significativos de su vida, en el que afortunadamente estuvo acompañada de su familia.
“Mis amigos me han llamado y me han dicho que les ha motivado. Y algunos de los jóvenes de mi familia también. Dijeron que si yo podía hacerlo, ellos también”, agregó la mujer de 78 años.
Y sí que ha motivado a su familia. Su hija quiere realizar un doctorado, luego de haber obtenido una licenciatura y una maestría. El nieto, el hijo de Tarra, actualmente cursa una maestría. “La educación es un gran problema en nuestra familia”, indicó Vivian.
Vivian trabajó durante 29 años como conserje y luego como jefa de la sala de correo de Alabama Power Company, para después jubilarse en 1992.
Durante años Vivian tomó clases en la noche con estudiantes mucho más jóvenes que ella, aunque confesó que “disfruté estar en el salón de clases”. Así, con la llegada de la pandemia de coronavirus tuvo que adaptar sus estudios a las clases virtuales para culminar su carrera.