La icónica fragancia Miss Dior nació en 1947 bajo el impulso de Christian Dior de tener un perfume con aroma a amor. Un sinónimo de felicidad, de posesía y de armonía reencontrada, bajo el deseo de volver a deletiar la vida de las mujeres y devolverles las ganas de ver los colores iridiscentes del amor.
PUBLICIDAD
Hoy, años después, la nueva Miss Dior cumple un papel igualmente luminoso. El mundo ha cambiado, y Miss Dior también.
Esta nueva fragancia ya está disponible en el país en Perfumerías Fetiche. Para adquirirla puedes visitar tu tienda favorita o por medio del sitio web www.soyfetiche.com y recibirla en la puerta de su hogar.
Sobre Miss Dior: El nuevo Eau De Parfum
¡Flores y más flores! Y aún más flores, por millares. Desde sus inicios, Miss Dior ha sido una promesa de felicidad y ahora se reinventa para ofrecer una promesa olfativa espectacularmente nueva, en un océano de pétalos multicolores.
Este nuevo “Millefiori”, aún mas luminoso, incita a redescubrir las bellezas del entorno. El nuevo Eau De Parfum despliega su floralidad y se amplía aún más, manteniéndose ligera. Su elegancia engancha inmediatamente y su composición aúna la caricia con el frescor.
La fragancia fue compuesta por François Demachy, perfumista que continúa apostándole a las rosas y su firma fetiche. Esta vez se empolva con un iris noble y se adereza con un toque sexy de peonía. Aterciopelada como un pétalo, fresca como un sotobosque, sensual y envolvente, así es la nueva Miss Dior.
Un ramillete deslumbrante
El nuevo Eau de Parfum Miss Dior se reinventa espectacularmente en una brazada de flores coloridas, perladas de frescor y sensualmente aterciopeladas. La Rosa Centifolia aporta la fuerza carnal de sus notas de miel y pimienta. Proveniente de las cosechas de las propiedades en Grasse que colaboran con la Maison y cuyas cosechas están exclusivamente dedicadas a los perfumes Dior, esta flor-tótem es una oda a un territorio único. Una celebración de la belleza, tal y como se obtiene gracias a mil gestos expertos y ancestrales.
PUBLICIDAD
Abundante, este ramillete acoge la flor preferida de Christian Dior, un Muguet claro y alegre, cuya floralidad fresca se potencia gracias a una nota Verde,
como una sensación vegetal húmeda que depositaría sobre él un delicado rocío.
Otra recién llegada, una expresiva Peonía se une a esta sinfonía floral. Colorida y sexy, generosa y picante, despliega su feminidad salpicada por una nota
de albaricoque. Otra novedad, un Iris noble y embaucador, empolvado y muy elegante que confiere una pátina al ramillete y le aporta sofisticación.
El resultado es un ramillete Millefiori rico y de contrastes donde una sensualidad aterciopelada conversa permanentemente con un frescor sutil.
Para terminar, a modo de caricia, una selección de almizcles algodonosos se va desvelando, ofreciendo una huella duradera. Con ellos, un toque de Vainilla de Papúa se mezcla con una pizca de Benjuí y un suspiro de Haba Tonka. Esta dulce combinación da por fin al encuentro de un Sándalo cremoso que envuelve el fondo, sacando a la luz las otras notas.
Un nuevo nudo para el frasco Miss Dior
El cuello de a nueva Miss Dior resalta con centímetros de lujo absoluto. Elegante y un tanto insolente, llamado “poignard” o “cola de golondrina”, el nudo de Miss Dior es una firma universal, un símbolo costura inconfundible. Se reinventa con un lujo y un saber hacer excepcional.
Para enlazar el cuello de su frasco, un lazo de excepción ha sido creado en el secreto de los talleres de uno de los artesanos franceses más legendarios, dedicado desde hace décadas a las creaciones para los desfiles alta costura. Elaborado durante tres largos meses en telares de madera tradicionales, un lazo Jacquard ha nacido, formado por 396 hilos que concentran unos 12,000 cruces por cada centímetro de cinta. Una creación exquisita, precisa, que vuelca sobre cada nudo de cinta Jacquard una miríada de flores pastel. Esos escasos centímetros de lazo han requerido tanta creatividad, tiempo y atención como los que marcan los más bellos vestidos de los desfiles.
La nueva Miss Dior Eau de Parfum ofrece de esta forma la proeza de un nudo de excepción, colorido y puntillista, cuya floración aleatoria convierte a cada uno de ellos en piezas absolutamente únicas. Una firma costura “made in France”, un tesoro de saber hacer y de gestos seculares declinado sobre cada frasco.