Macabro hallazgo en la frontera entre México y los Estados Unidos, donde descubrieron el cadáver de un sacerdote que se encargaba de atender y coordinar la Casa del Migrante en la ciudad de Tecate, en el estado de Baja California. Las autoridades confirmaron que el cura y un hombre que lo acompañaba recibieron una brutal golpiza; incluso uno de ellos quedó con el rostro desfigurado y le faltaba parte del cráneo.
Los cuerpos fueron localizados en una cabaña, ubicada en un rancho de ese estado fronterizo. Los compañeros de la orden religiosa a la que pertenecía el sacerdote se preocuparon porque llevaba un par de días desaparecido; fueron a buscarlo directamente al rancho y ahí descubrieron que había sido asesinado.
Arquidiócesis se pronuncia
Por su parte, la Arquidiócesis de Tijuana condenó el homicidio de José Guadalupe Rivas Saldaña, nombre de la víctima, quien sirvió a la iglesia católica por más de 25 años. En las redes sociales publicó sus condolencias.
La Fiscalía estatal abrió una investigación; sin embargo, el alcalde de Tecate, Darío Benítez, se adelantó y descartó que se tratara de un homicidio. Para el funcionario la doble tragedia se debió a una explosión porque no encontraron casquillos de balas o alguna otra arma en el lugar.