Investigadores de la NASA han identificado elementos químicos esenciales para la vida en muestras de polvo y rocas recolectadas del asteroide Bennu, ubicado en nuestro sistema solar. Aunque los hallazgos no constituyen evidencia de vida, sí refuerzan la teoría de que los ingredientes necesarios para su surgimiento estuvieron ampliamente distribuidos en el sistema solar primitivo.
El análisis de las muestras, traídas a la Tierra en 2023 por la misión OSIRIS-REx, reveló la presencia de 14 de los 20 aminoácidos que los seres vivos utilizan para formar proteínas, así como las cinco nucleobases biológicas (adenina, guanina, citosina, timina y uracilo) que componen el ADN y el ARN. Además, los científicos encontraron 19 aminoácidos no proteicos ausentes en la biología terrestre, según el estudio publicado en Nature Astronomy.
Otro hallazgo significativo fue la detección de un alto contenido de amoníaco y formaldehído en las rocas de Bennu. Estos compuestos pueden reaccionar entre sí para formar moléculas más complejas, como los aminoácidos, lo que sugiere que procesos químicos similares podrían haber ocurrido en otros planetas o lunas del sistema solar.
“La misión OSIRIS-REx ya está reescribiendo lo que entendemos sobre el nacimiento de nuestro sistema solar”, afirmó Nicky Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA. Según Fox, los asteroides funcionan como cápsulas del tiempo, y las muestras de Bennu ofrecen información clave sobre los ingredientes que existían antes del surgimiento de la vida en la Tierra.
Estos descubrimientos refuerzan la posibilidad de que la vida haya podido originarse en otros cuerpos celestes, abriendo nuevas interrogantes sobre la existencia de vida más allá de nuestro planeta.