Los resultados de los análisis realizados en los laboratorios de la Universidad Tor Vergata en Italia han confirmado que la sangre encontrada en las supuestas lágrimas de la estatua de la Virgen de Trevignano pertenece a Gisella Cardia, una mujer vinculada a una serie de presuntas apariciones marianas en la provincia de Roma. Este hallazgo refuerza la teoría de que se trata de un caso de falso misticismo, según informaron este viernes medios locales.
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Los exámenes de ADN revelaron que la sangre es de origen humano y corresponde a una persona de sexo femenino, con un perfil genético que coincide con el de Cardia. “Podría parecer que la sangre pertenece a una mujer, pero es evidente que se encontró la de Gisella, porque la señora es la propietaria de esa Madonna y, como tal, basta el contacto para detectar el ADN”, explicó Solange Marchignoli, abogada de Cardia.
Marchignoli añadió que será crucial analizar el informe completo para determinar si el rastro de ADN es único o mixto. “Si es único, la sangre sería de Gisella. Si, por el contrario, el rastro es mixto, habría que ver si los técnicos son capaces de discernir si los restos de ADN proceden de la sangre, del contacto o de la saliva”, señaló.
Gisella Cardia y su esposo, Gianni, han afirmado en múltiples ocasiones haber presenciado apariciones de la Virgen María, Jesús y Dios Padre. Según su relato, estas manifestaciones comenzaron después de que llevaron a Italia en 2014 una estatua de Nuestra Señora de la Paz desde Medjugorje, en Bosnia y Herzegovina. La pareja ha ganado notoriedad por los supuestos milagros asociados a la estatua, como lágrimas de sangre y la multiplicación de alimentos como ñoquis y pizza.
Sin embargo, este caso ha sido objeto de controversia y escepticismo. En 2023, el Vaticano estableció un observatorio para investigar los “fenómenos místicos” relacionados con la Virgen María en todo el mundo. Informes preliminares ya habían sugerido que las supuestas lágrimas de sangre podrían ser de origen animal, específicamente de cerdo.
