Las investigaciones están “muy activas” en relación al tiroteo en el desfile de los Kansas City Chiefs, que dejó una mujer muerta y al menos 22 heridos. Hasta el momento, hay tres sujetos detenidos.
New York Post publicó que Stacey Graves, jefa de policía de Kansas City, informó que el ataque no fue por terrorismo o extremismo violento, sino que se trato de una disputa entre varias personas que terminó con disparos.
“Pareció una disputa entre varias personas que terminó en disparos. Tenemos sujetos que están detenidos…Estamos trabajando para determinar la participación de otras personas, y cabe señalar que hemos recuperado varias armas de fuego... Este incidente aún es una investigación muy activa”, notificó Graves durante una rueda de prensa, ofrecida este jueves.
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La jefa policial indicó que de los tres detenidos, dos son menores de edad. Tras la aprehensión, ahora sigue el proceso judicial, que dictaminará si los liberan o si seguirán privados de libertad.
Graves destacó cómo en cualquier momento pueden ocurrir hechos de este tipo, pese a la presencia policial. Especificó que habían 800 uniformados desplegados a lo largo del desfile, pero aún así, se suscitó la situación, en la que civiles intervinieron heroicamente, atrapando a uno de los presuntos pistoleros para someterlo hasta que llegara la policía.
Víctimas
La mujer fallecida fue Lisa López-Galván, de 43 años y madre de dos hijos, quien sufrió un tiro en la región abdominal. Entre los heridos, hay nueve niños.
Amigos de López la describieron como una “persona maravillosa” y por parte de la policía, Graves enfatizó que trabajan “incansablemente para investigar su asesinato”.
Entre los heridos, hay ocho personas que estaban en condición crítica cuando fueron auxiliados por los paramédicos, por lo que el esfuerzo persiste por parte de los médicos para su pronta recuperación, esto según informó Ross Grundyson, jefe del departamento de bomberos de Kansas City.
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Los videos de la gente corriendo en medio de la balacera se extendieron, tanto en las redes, como en los noticieros nacionales e internacionales. En un principio, hay quienes creyeron que se trataba de fuegos artificiales, pero al percatarse de lo que pasaba, huyeron por sus vidas.
Padres y madres de familia protegían a sus hijos, mientras corrían del sitio, junto con periodistas que cubrían el evento.
Los jefes policiales y bomberiles destacaron que como trabajadores de la seguridad ciudadana, siempre están a la expectativa de emergencias de este tipo, por lo que pudieron responder rápidamente ante el suceso.
“Estoy muy agradecido y orgulloso del servicio de estos equipos que trabajaron en este terrible incidente… Ayer lo dieron todo, como lo hacen todos los días en esta ciudad, y nuevamente, anteponer la vida del público a la suya propia”, destacó Grundyson, según se lee en The Post.