No cabe la menor duda que el mayo 2024 de Pedro Sánchez, fue bastante convulsionado y tenso. A su fuerte pelea con el presidente de Argentina, Javier Milei; y a sus marcadas diferencias con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por reconocer al Estado de Palestina, ahora se le sumó las tensiones con el Congreso y en especial, con dirigentes opositores, ante la reciente aprobación de la ley de amnistía que protege a los independentistas catalanes.
La tentativa fallida de secesión de 2017, fue aprobada finalmente por el Parlamento español este jueves 30 de mayo, situación que permitiría el regreso a territorio español del expresidente regional, Carles Puigdemont.
“El perdón es más poderoso que el rencor. Hoy España es más próspera y está más unida que en 2017. La convivencia se abre camino”, celebró la aprobación el Presidente del Gobierno de España, mediante un breve comunicado en la red social, X.
Resultados e impresiones
La nueva ley eliminará la responsabilidad penal, administrativa y contable de las personas relacionadas con el proceso independentista catalán desde el 1 de noviembre de 2011 al 13 de noviembre de 2023, incluyendo las consultas sobre la independencia llevadas a cabo en Cataluña en 2014 y 2017.
La victoria amparada en el apoyo de diversos movimientos y personalidades como diputados socialistas, los independentistas y nacionalistas catalanes y vascos, y la extrema izquierda, se expresó con un resultado final de 177 votos a favor y 172 en contra.
Según una estimación del Ministerio de Justicia, la medida podría beneficiar a 400 personas y ahora, cada juez deberá resolver si la amnistía es aplicable a sus casos, por ello, se contará a partir de la fecha de dos meses para plantear las distintas situaciones al Tribunal Constitucional o a la justicia europea.
La respuesta del partido de extrema derecha, Vox, no se hizo esperar, al catalogar a Pedro Sánchez como “traidor”, mientras que la respuesta desde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se tildó a los seguidores de Santiago Abascal como “neofascistas” y “filonazis”.