Durante miles de años, la Sábana Santa de Turín ha sido considerada como el manto con el que cubrieron a Jesús después de su muerte. La tela, manchada de presunta sangre y con varios restos, ha sido reservada por los creyentes cristianos, como una reliquia, no sólo por la importancia que tiene para ellos como fieles, sino porque sus manchas muestran ligeros rastros de cómo pudo haber sido físicamente el Mesías.
Recientemente, la Inteligencia Artificial (IA) del sitio AI Midjourney recreó una imagen del rostro de Jesús en base a los rastros que muestra la Sábana Santa de Turín. A juicio de muchos, la imagen es sorprendente, y muestra que su rostro era, tal como lo han mostrado en los históricos cuadros y filmes cristianos.
New York Post publicó que según Daily Express, la tecnología de vanguardia de la IA hizo la imagen con la impresión facial de la famosa sábana, mostrando a Jesús con cara alargada, nariz fina y pronunciada, ojos profundos, cabello largo y barba recortada. Lo muestra con heridas en el pecho desnudo, evidenciando que fue torturado y asesinado.
“Una representación AI de la Sábana Santa de Turín obtenida por The Post mostró al hombre con los ojos cerrados y la boca ligeramente separada en una pose más contemplativa”, se lee en el citado medio.
Sábana Santa de Turín y estudio de autenticidad con el rostro de Jesús
La Sábana Santa de Turín está en la Catedral de St. Juan el Bautista en Turín, Italia. Aunque en 1980, un análisis arrojó que era una falsificación pintada de la década de 1300, un nuevo estudio expuso que realmente data de hace 2.000 años en los tiempos de Jesús, dijo The Post citando a la revista Heritage.
The Post expuso que en julio pasado, el profesor Giulio Fanti de la Universidad de Padua presentó un estudio que concluyó que las manchas de sangre de la sábana aludían a la muerte de Jesús en el año 33 DC, y que mostraban las “marcas del flagelo” que sufrió con varias heridas y fluido de líquido pulmonar.
Fanti indicó que ocupó un cuarto de siglo a la investigación. “El geólogo Amir Sandler del Servicio Geológico de Jerusalén reconoció, entre otras cosas, como la esmectita y la illita, que son típicas del suelo de Jerusalén, así como otros materiales provenientes de los vientos del Sahara”, dijo el investigador.