El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, utilizó este martes su último discurso ante la Asamblea General de la ONU para advertir contra una “guerra a gran escala” en Oriente Medio, dada la creciente tensión entre Israel y el grupo chií Hizbulá, y abogó por dar una oportunidad a la diplomacia.
Biden comenzó su intervención destacando el “notable curso de la historia” que ha vivido Estados Unidos durante el medio siglo de su carrera política: desde la Guerra Fría y los tratados de control de armamento nuclear hasta la guerra de Vietnam, seguidas por las prolongadas intervenciones de EE.UU. en Irak y Afganistán.
Ante este recorrido histórico, el mandatario se mostró optimista, afirmando: “Las cosas pueden mejorar”. “Sé que muchos miran el mundo hoy, ven dificultades y reaccionan con desesperación, pero yo no. No lo haré”, manifestó.
Desafíos
Sin embargo, pasados cinco minutos de su discurso en la ONU, Biden abordó los desafíos que enfrenta el mundo y que darán forma a su legado en política exterior: desde las guerras en Gaza, Ucrania y Sudán, hasta la escalada de tensión entre Israel y Hizbulá, así como temas como el cambio climático y la inteligencia artificial.
Con información de agencias.