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Ciudad de Dios, de regreso a la favela

Una de las películas más representativas de Brasil en los últimos 25 años regresa ahora como serie a MAX.

Una de las películas más representativas de Brasil en los últimos 25 años regresa ahora como serie a MAX.

Lejos estamos cuando la policía se dedicaba a la cacería del trío ternura allá por los años 60 en Ciudad de Dios. El círculo de la pobreza empezó a rodar y los males de la sociedad hallaron tierra fértil para perpetuar la violencia y el narcotráfico.

Ciudad de Dios (2002) dirigida por Fernando Mereirelles fue un éxito en taquilla y una sensación para cinéfilos. Nos expuso a una realidad brutal, feroz y asfixiante, al mismo tiempo que nos maravillaba con su cinematografía, técnica narrativa atemporal, una edición agresiva e imágenes crudas, casi poéticas.

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Nuestra retina aún está impactada por aquella lucha de poder y asenso y caída de Zé Pequeño por el control de la favela. Como periodistas es fácil empatizar con Petardo (Alexandre Rodrigues) y adentrarnos por cada calle de la enorme bestia sin ser devorados por su seductor aliento de perdición. Aunque la profesión fue su salvación lo condenó, cual Dante a entrar y salir de aquel infierno.

Después de Ciudad de Dios

En 2013 salió el documental “Ciudad de Dios 10 años después” que revisitaba la vida de los actores después de la película. Algunos lograron tener una carrera como actores y activistas. otros regresaron a la delincuencia y otros cayeron en el olvidado. Rodrigues quien tuvo mayor exposición participó en un videoclip del cantante estadounidense John Legend en el 2018 en el que relató que trabajaba como chofer de Uber. Esto generó, según las notas periodísticas, una discusión sobre las oportunidades e igualdad en Brasil.

La lucha no para

MAX decidió regresar a la favela, ahora a dosificar la agonía de habitar en la favela más infame del mundo. El libro de 600 páginas del escritor Paul Lins contiene 300 personajes que rotan en el círculo destructivo de realidades y pesadillas en la favela. Podemos concluir que hay Ciudad de Dios para rato y que es una historia que se actualiza día a día. De la mano del periodismo y en primera fila, la serie nos ofrece un regreso frenético, angustiante y pesimista donde podemos encontrar a la muerte en cada callejón. No se la pierda.

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