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Sobreviviente: “El cáncer de mama me lo produjo el estrés, pero la detección temprana me salvó la vida”

Dolores Tumax, de 76 años.
Dolores Tumax, de 76 años.

“Si te sientes una bolita, acude al médico a realizarte varias pruebas, porque a mí me dijeron que no tenía nada y hasta que tenía la protuberancia de tamaño de un jocote me creyeron, este consejo es para mujeres y para hombres que también pueden sufrirlo”, expresó Dolores Tumax, de 76 años.

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Dolores le contó a Publinews cómo fue su vida durante el proceso en el que tuvo cáncer de seno y cómo vive ahora al superarlo, tanto en el aspecto familiar como laboral, así como los nuevos desafíos que enfrenta.

“Lolita”, como cariñosamente le llaman sus familiares y amigos, es una profesional que ha trabajado en varios medios de comunicación. Sin embargo, cuando ella tenía 65 años, fue diagnosticada con cáncer de mama.

Dolores Tumax, de 76 años.
Dolores Tumax, de 76 años.

“Veía en los medios que había que hacer un autoexamen y me lo hice. Fue cuando sentí una protuberancia pequeñita y fue entonces que lo consulté con el doctor, me mandó a hacer mamografías, pero no me encontró nada. Yo seguía con la pena, porque la bolita que tenía, que era como del tamaño de la semilla de un nance, me estaba creciendo y le dije al doctor que yo me temía que era cáncer, entonces me mandaron a hacer una mamografía, pero no son confiables, me hicieron 10 y siempre salía que yo no tenía nada. Entonces insistí con los médicos hasta que ordenaron que me realizara un ultrasonido. Ahí salió que tenía un tumor y cuando me hicieron una biopsia detectaron que tenía algo maligno y que tenía que hacerme un tratamiento.

Golpe fuerte por mastectomía

Lolita contó que después de todos esos exámenes y cuando la bolita ya tenía el tamaño de un jocote la citaron los médicos y le confirmaron que tenía cáncer de mama.

“Para mí fue un golpe muy duro. Fue un mes después del diagnóstico que inicié con el tratamiento. Ya estando hospitalizada y a los 15 días después de la primera quimioterapia se me empezó a caer el cabello, se me bajaron las defensas. Al terminar las quimioterapias, me hicieron 28 radioterapias y 18 quimios suaves. Me quitaron una mama, me hicieron la mastectomía. Los doctores me indicaron que me podían hacer un reemplazo de la mama, pero no quise porque era someterme a otra cirugía”, contó Lolita.

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Recordó que cuando sus amistades la vieron sin cabello le ofrecieron pelucas, pero ella no las recibió.

“En esos momentos uno no anda en busca de verse bien, bonita o mejor, en ese momento uno lo que busca es que Dios le regale sanidad. Eso era lo único que yo quería que, que Dios me permitiera la vida para poder estar con mi único hijo. Llorando se lo pedía. Fue doloroso y devastador, lo bueno es que en mi trabajo tenía un jefe comprensible y me dio mucho apoyo mi familia, compañeros de trabajo y amigos”, manifestó.

Lolita explicó que ya pasaron 11 años de aquel terrible momento, cuando le dieron el diagnóstico, y fue hasta hace tres años que la declararon libre de esta enfermedad. De acuerdo con el portal cancermama.gt, la incidencia (casos nuevos) de cáncer de mama en Guatemala es de 11.9 por cada mil mujeres, la prevalencia (quienes lo padecen) es de 48.9 por cada mil mujeres y la mortalidad es de 5 por cada mil mujeres.

El estrés y su relación con el cáncer

“Ahora me siento libre del cáncer y aconsejo a todos a que traten de no estresarse, pues yo en ese entonces estaba pasando por momentos de mucho estrés y estoy segura de que eso me lo provocó. El estrés es lo que más daño le hace a uno. Háganse el autoexamen y sigan las instrucciones de los médicos”, indicó.

Erica Sloan, investigadora de la Universidad de Monash, en Australia, ha dedicado su carrera a estudiar la relación entre el cáncer, el sistema nervioso y las defensas del organismo.

En su último trabajo descubrió que el estrés incrementa la capacidad del tumor de desarrollar metástasis y que, además, existen fármacos ya en uso que podrían contrarrestar ese efecto.

En una entrevista, explicó que se centró en el estudio de la metástasis y, posteriormente, empezó a investigar cómo las fibras nerviosas controlan los virus. En este punto se percató de que las células del sistema inmunitario localizadas cerca de los nervios se infectaban más, lo que empeoraba la respuesta defensiva. Tras esto, la investigadora y su equipo comenzaron a estudiar el efecto en el cáncer de los neurotransmisores.

El cáncer se extiende más rápidamente en los animales estresados y que, cuando hay mucho estrés, los vasos sanguíneos en los nódulos linfáticos se remodelan. Esto quiere decir que no solo las células tumorales se vuelven más invasivas, sino que hay más vías por las que pueden salir del tumor primario y diseminarse.

Los expertos recomiendan reducir el riesgo de contraer cáncer tomando decisiones saludables, como mantener un peso adecuado, evitar el tabaquismo, limitar la cantidad de alcohol que se consume y proteger la piel, pues la prevención es la mejor opción. Llevar un estilo de vida saludable es fundamental para fortalecer nuestra salud y tener una mejor calidad de vida.

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