Los arreglos en seguridad e infraestructura de la antigua cárcel conocida como ‘El Infiernito’, destinada para pandilleros, terminaron con un acto de entrega a la cual asistió el presidente Bernardo Arévalo y el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez.
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El 2 de junio pasado las autoridades irrumpieron la prisión de máxima seguridad y las autoridades aseguraron que el control lo tenían los reos. Ese día localizaron armas, bebidas alcohólicas, drogas y hasta un zoológico con animales exóticos, entre ellos en peligro de extinción.
Mejoras en la prisión
Desde este día la cárcel cambió de nombre a Centro de Detención de Máxima Seguridad Renovación I y seguirá destinada para reos, principalmente pandilleros, vinculados a la extorsión. La capacidad es para 160 reos en cuatro sectores (uno de aislamiento).
Así también, las autoridades implementaron un sistema de cámaras de circuito cerrado para monitorear cada rincón de la prisión, adujeron. Además, instalaron dispositivos de rayos X, útiles en el ingreso de visitantes. Lo más valioso son las salas de conferencias virtuales para evitar el traslado de los prisioneros durante las audiencias ante un juez.
En cuanto al gasto, Jiménez informó que la cartera erogó 3 millones 175 mil quetzales en infraestructura y 1 millón 355 mil quetzales en mobiliario y equipo.